La llave contra la pobreza
Manos Unidas lleva a los colegios de León los Objetivos del Desarrollo del Milenio. Para este curso, los niños trabajarán para conseguir que la educación primaria llegue a todos
Conseguir la educación universal es uno de los Objetivos del Desarrollo del Milenio y es, también, el eje principal de la nueva campaña de Manos Unidas. Para este curso, la organización no gubernamental ha preparado tres carpetas -para infantil, primaria y secundaria- con las que quieren sensibilizar a los estudiantes leoneses y perfilar en sus conciencias la realidad de los países más empobrecidos. Muchas veces se confunde la educación con la adquisición de conocimientos. No es sólo eso. Este proyecto, que busca educar, quiere dotar a los jóvenes de una serie de herramientas que les permitan abrir las puertas de la solidaridad. Una búsqueda que tiene -en los profesores- la llave que cierra el círculo de la pobreza. Éste es el principal objetivo del programa de Naciones Unidas, presentado ayer en la antigua escuela de Comercio. Los valores de esfuerzo, constancia y responsabilidad son el camino, marcado por esta organización, que tienen que recorrer los más pequeños si quieren plantarle cara a la pobreza. Son ellos, según los responsables de esta iniciativa, quienes pueden -«con su inocencia»- dar un toque de atención a las instituciones, «principales responsables de la consecución de estos objetivos». «De seguir así, hasta el 2150 no se van a cumplir los hitos que se han marcado», apunta la delegada de Naciones Unidas en León, María Pilar Blanco, que recordó a los profesores la importancia de enseñar a sus alumnos las divergencias del mundo. Los materiales Como si fuera un juego, aunque no lo es, los niños conocen, a través de los cuentos, a jóvenes de su misma edad que viven en unas condiciones paupérrimas. Sus vivencias, y también sus fotos, sirven para desnudar el alma de los más desfavorecidos y enseñar la crudeza de una realidad que amenaza a su supervivencia. En los colegios de León, y en los de toda España, hay desde hoy una nueva materia, la que educa en valores. Para poder enseñarlos es necesario que el docente los haya vivido. Hay que ser coherente entre lo que se hace y lo que se dice. Este es el primer paso que hay que dar para resolver el problema. Gracias a las agrupaciones con fines altruistas, la voz que grita a las desigualdades se está oyendo en todo el mundo y gracias, también, a los escolares de León la universalización de la educación empieza a sonar como una realidad y no como una entelequia para dentro de cien años.