La telepresencia permite enviar imágenes a tamaño y tiempo real
La empresa Cisco Systems ha creado una tecnología, llamada «telepresencia», que puede hacer realidad el sueño de multinacionales y directivos, ya que es capaz de enviar la imagen de una persona a tamaño y en tiempo real a una reunión que se esté celebrando a miles de kilómetros. A diferencia de la videoconferencia, el nuevo sistema sustituye la presencia de la persona por una imagen virtual, capaz de enfocar la vista hacia el resto de asistentes, como si estuviera presente en la reunión, sólo que en dos dimensiones. Está pensado para grandes multinacionales que operan en distintos países, lo que obliga a sus directivos a destinar mucho tiempo y recursos en viajes. Según se afirma desde Cisco, hasta ahora era imprescindible el trato directo porque ningún sistema permitía participar a distancia en una reunión como si realmente se estuviese en ella. La técnica desarrollada por la multinacional tecnológica consiste en una sala con una gran mesa circular, donde la mitad es real, al estar ocupada por los asistentes que participan físicamente en la reunión, y la otra mitad es virtual, ya que es la que conecta con los directivos ubicados en otro punto del planeta. Para lograr la telepresencia tiene que haber dos salas idénticas, una en cada una de las ciudades conectadas. A partir del próximo mes de diciembre se pondrán en el mercado los nuevos aparatos. Cisco se encargará de montar el equipo completo porque todos los componentes de la sala, desde las cámaras hasta el sistema de sonido, pasando por el tamaño de la mesa y las pantallas, es tecnología propia. El coste de la instalación es de unos 230.000 euros, cantidad elevada, aunque no desproporcionada, teniendo en cuenta el dinero que se ahorrarán las empresas en aviones, hoteles y dietas, afirma la empresa. De momento, son más de 30 las empresas que han solicitado su instalación y esperan que para el próximo año el número de clientes alcance el centenar. De cara al futuro, la empresa extenderá esta tecnología de comunicación al ámbito doméstico, lo que permitiría reunir en una misma habitación virtual a todos los miembros de una familia aunque estén separados por miles de kilómetros de distancia, utilizando únicamente una llamada de teléfono. Sólo será necesaria una conexión a Internet con un ancho de banda de 10 megabits por segundo, algo accesible en muchas de las grandes ciudades del planeta.