Los 154 senderos señalizados de lacomunidad suman 1.300 kilómetros Una ayuda para facilitar la actividad

El senderismo se ha convertido en una práctica deportiva que cuenta con muchos aficionados de todas las edades y consiste en recorrer zonas rurales o montañosas, recuperando antiguos caminos que han sido recuperados. Se consideran senderos aquellos itinerarios señalizados que transitan durante la mayor parte de su recorrido en el medio natural y siguiendo en lo posible sendas, caminos, vías pecuarias, pistas forestales u otros viales. Según se indica desde la Consejería de Medio Ambiente, constituyen un equipamiento básico en el desarrollo de los Programas de Uso Público, ya que permiten un acercamiento y un contacto directo de los visitantes con el medio natural. Su diseño no es gratuito ya que sigue unas pautas basadas en el conocimiento del área protegida, que asegura a los gestores del espacio natural que el uso y disfrute de estos senderos no comprometerán los valores naturales del mismo. El uso y disfrute siguiendo las normas indicadas en cada sendero es la manera más cómoda y segura de visitar un espacio natural, sabiendo que no se ocasiona ningún tipo de perturbación en el mismo. Clasificación En los dos últimos años la Consejería de Medio Ambiente ha puesto en funcionamiento una red de 154 senderos señalizados y homologados por la Federación de Montañismo, que superan los 1.300 kilómetros. Para este año se prevé el acondicionamiento de otros 300 kilómetros de sendas en espacios naturales, con el máximo respeto al medio ambiente y con la señalización internacional homologada. La clasificación de la Federación de Montaña se concreta en tres tipos: Gran Recorrido (GR), señalizados en blanco y rojo, es decir, aquellos que necesitan más de una jornada a pie para ser cubiertos; Pequeño Recorrido (PR), señalizados en blanco y amarillo, que se realizan en una jornada a pie, y Senderos Locales (SL), que se señalizan en blanco y verde, de escasa dificultad y una distancia máxima de 10 kilómetros. En la actualidad, los técnicos del Servicio de Espacios Naturales desarrollan dos tipos de actuaciones. Por un lado, potenciar los GR con el fin de conectar los territorios que conforman la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, facilitando enlazar unos con otros. Para ello se está colaborando con la Federación Castellano y Leonesa de Montañismo en el impulso de tres senderos de Gran Recorrido: GR-1: «Ampurias-Finisterre», que recorre la Cordillera Cantábrica y atraviesa espacios tan singulares como Picos de Europa y Fuentes Carrionas; Gr-14: «Sendero del Duero», que recorre todo el valle fluvial uniendo enclaves como Los Arribes del Duero, Las Riberas de Castronuño y la Sierra de Urbión y, el Gr-10, que une el Levante español con Lisboa, atravesando en Castilla y León el Valle de Iruelas, Sierra de Gredos, Sierra de Francia y El Rebollar. La segunda línea de actuación se centra en crear dentro de cada espacio natural, una red básica de senderos que permita la visita del mismo. Los trabajos incluyen el diseño del trazado (para no perjudicar a los valores naturales del Espacio y asegurar la conservación del mismo), mejora del sendero, balizamiento y señalización así como la edición de un folleto informativo. En este sentido, se están elaborando varios itinerarios entre los que destacan el que se realiza en el Monumento Natural de Ojo Guareña (Burgos), que tiene como punto inicial y final Alto Concha pasando por Quisicedo y Villabáscones, y los que recorren el Monumento Natural de Monte Santiago (Burgos), el Parque Regional y Nacional de Picos de Europa (León) y el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia (Salamanca). En los senderos que se ejecutan por la Consejería de Medio Ambiente se sigue la señalización de la Federación de Montaña, con el objeto de su homologación posterior. Aunque la práctica del senderismo no exige una preparación especial, antes de salir es aconsejable conocer previamente en qué entorno nos vamos a mover, distancia a recorrer, duración y orografía del terreno. En cuanto al equipo, conviene llevar una mochila, ropa de abrigo, chubasquero, bastón, cantimplora, brújula, mapa de la zona, linterna y botiquín. El calzado es muy importante. Utilice botas de cuero con suela de goma, con resaltes y que sujeten bien los tobillos. Lleve un par de calcetines finos y otro grueso, evitando pliegues. No se debe emprender la marcha sin un esmerado aseo de los pies, con las uñas bien cortadas. Se debe administrar la energía física, sin desgastes inútiles, para conseguir un mínimo de cansancio y un máximo de resistencia física. Procure ir siempre al mismo paso y acompasando la respiración. El consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, es siempre perjudicial. En cuanto al agua, no debe tomarse de arroyos o manantiales si se carece de total seguridad de ser apta para el consumo. No cargue el estómago con alimentos de digestión lenta. La comida normal necesita un reposo de hora y media para su digestión. Si se hace un largo recorrido, la comida más fuerte del día debe hacerse por la tarde, al finalizar la jornada.