El Gobierno vuelve a incrementar los impuestos del tabaco y encarece las marcas baratas un 8,2% Detenidos decenas de homosexuales en una concentración en Jerusalén

El Consejo de Ministros aprobó este viernes un real decreto que eleva el nivel mínimo de los impuestos especiales sobre el tabaco, desde 55 a 70 euros por cada mil cigarrillos, y que supondrá un encarecimiento medio del 8,2% en las denominadas marcas baratas. Se trata del cuarto incremento impositivo que el Gobierno introduce en este sector en menos de un año (desde septiembre de 2005), y cuyo objetivo es reducir el consumo de cajetillas. Esta subida ya fue sugerida por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, durante el último debate presupuestario celebrado en el Congreso de los Diputados a mediados de octubre. Asimismo, había sido planteada por las grandes tabaqueras, entre ellas la hispanofrancesa Altadis, ante la competencia «desleal» que, según ellas, les suponen algunos operadores baratos que «han tirado los precios por los suelos». Este mercado, no obstante, ha visto reducida a la mitad su cuota de demanda dentro del sector, desde el 30% que alcanzaba en otoño de 2005 hasta el 13% actual. El incremento impositivo aprobado este viernes, elaborado por el Ministerio de Economía y Hacienda a petición del departamento de Sanidad, va dirigido a las marcas cuyo precio actual de venta es inferior a los 2,17 euros (por cada cajetilla de 20 cigarrillos). Por ejemplo, si una compañía decide trasladar por entero esta subida fiscal a sus tarifas (algo que, según Altadis, será «lo más probable», dado que la ganancia de mercado que se obtendría al no hacerlo sería mínima), las marcas que ahora venden a 1,95 euros pasarían a costar 2.11 euros. Desde el Ejecutivo se justifica la subida del impuesto mínimo (que en España es uno de los más bajos de la Unión Europea, sólo reducido por Grecia y Hungría) en que los otros dos aumentos ya aplicados en 2006 no han logrado «desincentivar el consumo de este producto nocivo para la salud». El motivo es que los fabricantes e importadores no los han trasladado a su vez a los precios de venta al publico de los cigarrillos, «al menos en la medida que cabía esperar». Decenas de homosexuales fueron detenidos ayer por la policía israelí cuando estaban concentrados en un parque de Jerusalén para llevar a cabo la Marcha del Orgullo Gay, a pesar de que ésta ha sido prohibida. Los hechos tuvieron lugar en el Parque de la Campana, frente a las murallas de la ciudad vieja, donde en un principio los homosexuales planeaban celebrar la marcha, dijo un portavoz de la Policía. Más de 3.000 agentes han sido desplegados para mantener el orden en la parte oeste de la ciudad por la celebración de un festival gay en el estadio universitario de Guivat Ram, evento que fue autorizado por la Policía en sustitución de la marcha. No obstante, dijo el portavoz, algunos grupos de homosexuales han desoído las instrucciones de los organizadores, la Casa Abierta, y en lugar de acudir al estadio se han dirigido a parques públicos para manifestarse. Añadió que antes de arrestarlos los agentes pidieron a los manifestantes que subieran a unos autobuses que les llevarían al estadio, a lo que estos se negaron. El festival se celebra bajo extremas medidas de seguridad por temor a una ola de violencia por parte de los judíos ortodoxos, que esta última semana han quemado un millar de contenedores de basura en protesta. El festival, originalmente convocado como la Marcha Mundial del Orgullo Gay, fue más tarde reducido a una manifestación de carácter local, y después, en el último momento, a una fiesta en el recinto acordonado del estadio universitario. En esto influyó la indignación de la comunidad judía ortodoxa, que protagonizó en los últimos días una ola de violencia. Texto