Un endoscopio del grosor de un cabello ayudará a examinar todos los órganos

Científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital General de Massachussets, ambas de estados Unidos, han desarrollado un endoscopio que tiene el grosor de un cabello humano, capaz de captar imágenes de gran resolución, lo que facilitará a los médicos examinar todos los rincones del organismo en busca de tumores y otras enfermedades. El aparato, denominado endoscopia codificada espectroscópica (SEE, por sus siglas en inglés), está compuesto por una fibra óptica que emite una luz policromada sobre el tejido objeto de estudio, de forma de cada longitud de onda, es decir, cada uno de los colores, se proyecta sobre una zona diferente de la zona que se observa. Además, tiene mayor movilidad y flexibilidad que los endoscopios utilizados actualmente, lo que facilitará el acceso a cualquier parte del organismo, por muy pequeña y cerrada que sea como las trompas de Falopio o los conductos pancreáticos y salivares. Su grosor es de unos 300 micrómetros (un micrómetro equivale a la millonésima parte del metro), mientras que los actuales tienen entre 8 y 10 centímetros. Según los creadores del mismo su tamaño podría reducirse todavía más llegando a ser la mitad de grueso. Con la ayuda de un espectrómetro, los médicos podrán descodificar la luz que se refleja y analizar en profundidad, en tres dimensiones y en tiempo real la zona objeto de estudio. Las imágenes que se obtienen tienen una resolución mucho mayor que las ofrecidas por los instrumentos que se utilizan actualmente porque, aunque el SEE sea diminuto, tiene más píxeles que un haz de fibras. Es capaz de tomar treinta imágenes por segundo facilitando que los datos se vean como si se tratase de una película. En las conclusiones de la investigación, dirigida por el doctor Yelin, que aparecen publicadas en la revista Nature , se afirma que se ha probado en un ratón en cuyos ovarios se pudo detectar tumores con metástasis. Los endoscopios son instrumentos en forma de tubo que tienen una luz y una óptica con las que se puede visualizar el interior de una cavidad corporal, siendo introducidos aprovechando un orificio natural o haciendo una pequeña incisión. Los más utilizados permiten acceder al aparato digestivo y al urinario, aunque también se emplean para realizar algunas intervenciones quirúrgicas.