La comunidad es la segunda deEspaña que mejor cumple conKioto Poner en valor el bosque y generar empleo

Analizar el papel de los bosques y la biomasa como sumideros de carbono y reducir el impacto del cambio climático ha sido el objetivo del Seminario de Gestión Ambiental organizado por la Fundación Gas Natural con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente, que reunió en Valladolid a más de 200 representantes de administraciones, propietarios y gestores forestales, empresarios de los sectores de la madera y la energía, expertos en cambio climático e investigadores. La inauguración estuvo presidida por el consejero de Medio Ambiente Carlos Fernández Carriedo, y el director general de la Fundación Gas Natural, Pedro Fábregas, quien indicó que «si el consumo de energía en Europa ha crecido un 12% en la última década, en España la cifra se eleva hasta el 50%, lo que significa que no hemos conseguido un crecimiento sostenible. Creemos que los bosques pueden ayudar a mitigar el cambio climático». Por su parte, Fernández Carriedo, recordó que somos la cuarta Comunidad en derechos de emisión (48.000 toneladas de CO 2 ), la segunda que mejor cumple con Kioto (las emisiones son 13,5 puntos inferiores a la media nacional), y la primera en fijar carbono a través del sector forestal (12 millones de toneladas al año). Carriedo afirmó, además, que «nuestro desafío para los próximos años se basa en contribuir a modernizar los sistemas de producción; en el desarrollo de nuevas tecnologías que introduzcan sistemas no productores de CO 2 ; en consolidar el sector forestal, y en favorecer una gestión forestal sostenible». Defendió que la madera se utilice en casas, industrias y ciudades para que se conviertan en almacenes de carbono porque, cuanta más haya en nuestra vida cotidiana, más carbono habrá almacenado y menos tendrá la atmósfera. Gestión forestal A continuación, Concepción Martínez, coordinadora de la Oficina Española de Cambio Climático, recordó los impactos previsibles del cambio climático (salud, agricultura, recursos forestales e hídricos, costas, espacios y especies) y que todos los estudios referidos a España apuntan a una «mediterranización» de la Península y una «aridificación» de importantes áreas geográficas. Ricardo Ruiz-Peinado, del Instituto Nacional de Investigación Agraria, explicó que para que el bosque contribuya a mitigar el cambio climático son necesarios trabajos de conservación (protección contra la deforestación y los incendios), de gestión sostenible (silvicultura preventiva), de reforestación, de plantaciones energéticas y de fomento de sistemas agroforestales. Adelantó que los bosques fijan al año 2.858 millones de toneladas de CO 2 , el 18,8% de las emisiones anuales de España, y que, con el paso de más o menos años, todo el carbono asimilado vuelve a la atmósfera, por lo que no se debe olvidar que los «bosques permiten comprar tiempo». A la cuantificación del efecto sumidero dedicó su intervención Susana Pérez, del Ministerio de Medio Ambiente, quien expuso la metodología y las fórmulas utilizadas para su cálculo, con una cifra que se incrementa cada año, así como los problemas que deben resolverse tales como la delimitación de los usos del suelo, la aplicación de los estudios existentes al carácter global que una cuantificación a nivel nacional exige o que la contabilización con las reglas de Kioto no es igual que el seguimiento real de los sumideros. Felipe Bravo, director de la Escuela Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia habló del papel de la gestión forestal como sumidero y expuso las tres estrategias de mitigación del cambio climático: mantenimiento del carbono acumulado en los bosques (prevención y extinción de incendios, ordenación de la silvicultura, alargar los turnos de corta, mantener la madera muerta), incremento del carbono (claras, repoblaciones, biomasa, madera en la construcción) y la sustitución de materiales (taponería). Pablo Campos, científico del CSIC, defendió la reforestación y regeneración natural de encinares y alcornocales porque acumulan gran cantidad de carbono, aunque el envejecimiento de sus masas contribuye al flujo neto de emisiones de CO 2 . Miguel Broto, jede del Área de I+D del Centro de Servicios y Promoción Forestal recordó el papel de la madera como almacenadora de carbono afirmando que su consumo es insignificante si tenemos en cuenta el potencial existente en España. Explicó que una gestión forestal sostenible unida a campañas para fomentar el uso de madera se traduce en una reducción importante de emisiones. El acto de clausura estuvo presidido por Mariano Torre, director general de Medio Natural, quien explicó que la política forestal que se lleva a cabo desde la Junta de Castilla y León pasa por «fomentar el efecto sumidero de bosques y productos forestales, mediante reforestaciones, defensa frente a los incendios y trabajos de silvicultura; el uso de energías renovables como la biomasa, y por paliar las consecuencias que el cambio climático tendrá sobre el medio natural: plagas y enfermedades, cambios en los ecosistemas, disminución de los recursos hídricos y fenómenos meteorológicos anormales». Torre explicó que cuando los bosques son importantes para quienes viven en su territorio, siempre tienen futuro, y es clave una política que sea capaz de ponerlos en valor y generar empleo. «cortar árboles de forma ordenada es la mejor forma de mantener los bosques», concluyó.