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«Mi hijo no puede ni ir a la guardería; se pondría peor»

Unos padres gallegos tienen la esperanza de concebir un embrión compatible con su primer hijo para tratar la anemia de Fanconi que padece; ya lo intentaron cinco veces en Estados Unidos

Publicado por
E.V. Pita - redacción
León

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Juan González y su esposa, vecinos de la localidad gallega de Nigrán, han intentado cinco veces en Chicago fecundar un embrión compatible para sanar a su hijo de cinco años, que padece la anemia de Fanconi. No hubo éxito. La autorización realizada por Sanidad en España les da nuevas esperanzas. «Es una ilusión que hayan aprobado esta ley porque es un aporte de oxígeno para nosotros, pues vemos que algo se puede hacer», dice. Esta enfermedad, que deja al niño con las defensas muy bajas, es muy rara. González tiene noticia de una emigrante que vive en Santiago con un niño de 12 años con el mismo caso. Conocen también a dos familias de La Cañiza y Vigo con hermanos que, afortunadamente, eran compatibles y pudieron realizar el trasplante de médula con éxito. Uno de cada cuatro hermanos es compatible, pero se dan casos de familias con tres hermanos y ninguno compatible. «La vida cambia cuando te enteras. Es muy duro y hay que asumir que tienes un problema. Es un dolor de cabeza que no eres capaz de quitarte despierto ni dormido. Si te derrumbas, lo único que haces es mal a tu hijo», comenta Juan González. Recientemente, la salud de su hijo se resintió y la pareja volvió a desmoralizarse, «pero debes seguir luchando porque es lo que queda. Trabajas día a día para conseguir salvar la vida de tu hijo». El menor tiene las defensas muy bajas y es proclive a contraer enfermedades. «Puede ir a la guardería pero corre el riesgo de que se ponga peor y que haya que hacer transfusiones», lamenta. Por ello, la Xunta les concedió un profesor de apoyo para que lo atienda. «Cuando sea más resistente, podrá ir al colegio, porque es necesario que se socialice», afirma. El niño es un asiduo de la unidad pediátrica del hospital. Ahora debe realizar analíticas cada 30 días. Le han implantado un reservorio a través del cual le hacen las extracciones para no tener que pincharle. Toma medicación para un problema renal y otra para la médula. «Nuestro hijo resiste, pero con las defensas bajas», afirma el progenitor.

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