Diario de León

Creado:

Actualizado:

POR ANDAR sacando punta ayer al laicismo y a la laicidad que los ideólogos del Psoe se han inventado en su diccionario-manga, me propinó un chorreo de vuelta y media una amiga socialista de las buenas (lo de amiga; lo de socialista ella misma asegura que no lo tiene muy bien fijado porque es hoy un relativo, un desdibujo en los países con pasta donde el socialismo es concepto en perpetua revisión y adaptación al suelo, al barro tendero de las cosas, perdiendo pelo ante cada nueva situación que no contemple el viejo catecismo de don Pablo). Intenté darle (y darme) alguna explicación al porqué a esos ideólogos nos le va el término laicismo y han hurtado y castellanizado el catalán «laicitat»: laicismo implica rigor en sus principios y cierta militancia, mientras que laicidad sugiere una actitud más vaga, significa postura más que compromiso. Mi vieja amiga tenía prisa, pero la sujeté para una última consideración: ¿Imaginas que alguien desdeñara el vocablo socialismo e inventara el de socialidad sugiriendo así un nuevo significado de amplitud y ambigüedad?... Tú dales ideas, me contestó, y acabarán estableciéndolo el día que lo exija el mercado político o la paridad del diccionario. Ahora los «ismos» ya no gustan tanto: mola generalidad, transversalidad, laicidad... o sea, términos que no aten muy en corto los conceptos y toleren varios significados a la vez, la divagación o el escaqueo. Dicho: acabarán llamándolo socialidad. Y al efecto le conté la vieja anécdota que ya conoces y que, en muchos sentidos, fue una profecía que se está cumpliendo, lo de aquel alcalde de un pueblón de cierta importancia en esta provincia que ya lo había sido en tiempos de Franco y repitió en el cargo varias veces tras presentarse a los comicios como independiente, popular y en una ocasión en la lista del Psoe, allí empotrado y de nuevo vencedor. Como quiera que yo ponía garabatos de cierta sorna en mi cara ante su versatilidad política, un día se sintió en la obligación de explicarse (en un bar, claro está): «Verás, Pedrín, cierto que fuí una vez en una lista del Psoe, pero que te quede claro, yo no soy socialista... yo soy sociable». Por ahí parecen ir las cosas, lo de esta laicidad de hoy y lo de una más que probable socialidad de mañana. Aggiornamento diría un cura concicliar.

tracking