Los jóvenes de 18 a 30 años son el colectivo más expuesto a accidentes de tráfico en España
Casi la mitad de las víctimas de tráfico tiene menos de 30 años
Los mayores de 65 son los que presentan mayores tasas de mortandad vial, según un estudio
Más de diez personas mueren en las carreteras españolas cada día. Cada año fallecen o resultan heridas otras 140.000. En total, una sangría de más de 800.000 víctimas en cinco años. Nadie está libre de accidentarse pero unos corren más peligro que otros. El factor determinante, la edad. El 42%, casi la mitad de quienes padecen un percance vial con heridos son jóvenes menores de 30 años. La mortalidad se ceba, sin embargo, con los mayores de 65 años; prudentes al volante pero de físico más frágil. Un estudio del Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (Intras) y de la aseguradora Línea Directa asienta con cifras lo que la realidad confirma cada semana, el goteo de jóvenes, veinteañeros la mayoría, que estampan su vida contra el asfalto. El informe ha radiografiado los más de 500.000 accidentes registrados del 2000 al 2004 en la Dirección General de Tráfico (DGT) por tramos de edad de las personas implicadas; adolescentes de 14 a 17 años, jóvenes de 18 a 30, adultos de 31 a 65 años, y mayores de 65 años. El riesgo de siniestro depende, en todos los casos, de las actitudes y conductas al volante inherentes a cada edad. Los adolescentes, menores para manejar turismos, son candidatos perfectos al accidente de ciclomotor (64%). Vehículo inestable, actitud impulsiva, exhibicionismo y escasa formación vial forman una ecuación que deja cada año 9.500 víctimas entre muertos y heridos, 8 fallecidos por cada 100.000 habitantes en el año 2004. Tres de cada cuatro son varones, el 60% había cometido una infracción de tráfico y predominan los accidentes en vía urbana (dos de tres). Son, por añadidura, los que menos dispositivos de seguridad gastan; el 40% no usaba cinturón (como pasajero de un vehículo de cuatro ruedas) y el 23% prescindía de casco. Jóvenes, letales El panorama ennegrece a partir de la mayoría de edad. Los jóvenes entre los 18 y los 30 años (el 20% de la población española) asumen riesgos añadidos ya sobre cuatro ruedas. Juega en contra su poca experiencia al volante, el gusto por el riesgo y la sobreestima de la propia capacidad de reacción. En 2004, 53.500 jóvenes menores de 30 años se vieron implicados en un siniestro vial, el 42% del total de los accidentados en España. El tramo de edad más letal es el de 26 a 30 años, que «aporta» el 36% de los jóvenes fallecidos. La mayoría de los muertos, el 70%, eran los propios conductores. Un tercio de las víctimas son mujeres, más en calidad de pasajeras (50%) que de conductoras (45%). Según el estudio, la gravedad del accidente es mayor en el caso de los hombres. Los conductores más jóvenes, entre 18 y 21 años, se accidentan en especial los fines de semana y debido a las propias infracciones, adelantamientos, invasión del carril contrario y exceso de velocidad. A medida que se acercan a la treintena el peligro se desplaza a los días laborables y a las distracciones. Los adultos, de 31 a 65 años, son más duchos al volante y menos imprudentes. A cambio, están más expuestos porque pasan más horas en ruta. Cada año se accidentan 57.000 personas de esta franja de edad en España. Los mayores de 65 años dejaron atrás las locuras al volante y suplen la merma de reflejos con una conducción cauta. En 2004, menos de 10.000 mayores se vieron implicados en un siniestro vial. Sin embargo, con la edad sube el porcentaje de accidentes que acaba con resultado de muerte, un 8% del total, y aumenta el riesgo de ser atropellado. A partir de los 75 años fallecen más como peatones que como conductores o pasajeros, y las cifras de víctimas de atropello duplican y triplican las de los adultos y jóvenes.