Se pretende que esté operativa en el año 2024 y se cuenta con la colaboración internacional
La Nasa proyecta construir una base permanente en la Luna
El siguiente paso será la planificación de viajes tripulados a Marte desde nuestro satélite
La agencia espacial estadounidense tiene previsto construir en la Luna una base permanente, muy probablemente en algún lugar cercano al polo sur de nuestro satélite. Estará lista en el año 2024 y se espera contar con el apoyo internacional para poder asumir la enorme inversión que supondrá. La base será un laboratorio científico así como un centro de pruebas de nuevas tecnologías para planificar los futuros viajes tripulados a Marte. Que se construya en el polo sur lunar se debe a que allí las temperaturas son más suaves y reciben más cantidad de luz solar, algo esencial para el suministro de energía. Según los científicos, la Luna contiene los materiales y la energía que pueden se gran utilidad para moverse en el espacio. Además, tiene hielo en sus polos, unos 10.000 millones de toneladas de agua, que pueden descomponerse en hidrógeno y oxígeno, el combustible más energético de los motores de un cohete. El nuevo programa espacial norteamericano, llamado Constelación, contempla que a partir del año 2010 los viajes a la Estación Espacial, a la Luna y a otros planetas se realicen con la futura flota de cohetes, actualmente en diseño, que se espera sean más seguros y baratos que los del proyecto Apolo. Las nuevas misiones espaciales se diferenciarán de las actuales en que en primer lugar se lanzará el Vehículo de Carga y, más tarde, Vehículo de Exploración Espacial (CEV, por sus siglas en inglés). Una vez en órbita, el cohete de carga, con capacidad para 125 toneladas, se desprenderá del tanque de combustible, mientras la segunda etapa, con el módulo lunar, se mantendrá en órbita terrestre. A continuación, despegará el cohete con los astronautas a bordo del CEV, que se acoplará a la sección del cohete de carga que contiene el módulo de alunizaje. El paso siguiente será el encendido de los motores que trasladarán a astronautas y carga hacia la órbita lunar. Una vez en ella, la tripulación pasa de la cápsula al módulo, el cual encenderá sus propios motores que permitirán el alunizaje, mientras que el CEV se mantendrá girando alrededor de la Luna. La cápsula CEV tendrá el triple de volumen y usará la última tecnología en electrónica de la aviación, ordenadores y sistemas de control de vuelo. Además, contará con un motor de metano y oxígeno líquidos, en lugar de la mezcla de hidracina y tetróxido de nitrógeno del Apolo, que eran tóxicos. Energía del futuro La Luna podría convertirse, además, en la solución a los problemas energéticos de la Tierra. Los científicos han podido constatar la presencia en sus rocas de helio-3, un gas que puede sustituir al petróleo, ya que sus átomos son perfectos para ser usados como combustible en las plantas de fusión nuclear, un proceso similar al que se produce en el interior del Sol donde cada segundo se producen 100 millones de veces la misma cantidad que consume cada año la población de la Tierra, sin crear los problemas de radiactividad que genera un reactor nuclear tradicional. Según la Nasa, aunque la superficie lunar está cubierta de helio-3, que se acumula en forma de burbujas entre las rocas y en el polvo, para recogerlo habrá que construir un reactor de fusión, algo que sólo se ha conseguido hasta la fecha en laboratorio, por lo que pasarán unos treinta años hasta que esté listo. Mientras tanto, los expertos buscan cómo extraer el helio-3 de las rocas, lo que supondrá calentar al rocas a 760ºC para que salga el gas y enfriarlo al cero absoluto (-273ºC).