El Constitucional pide que cada uno haga su trabajo

El Tribunal Constitucional publicó esta semana una polémica sentencia que anula una condena a un hombre que dio 1,16 miligramos de alcohol por litro de aire expirado en un control de alcoholemia en Móstoles. Lo que dice el tribunal es lo mismo que repitió en las otras doce sentencias absolutorias dictadas desde 1985: la prueba de alcoholemia por sí sola no demuestra que una persona esté bajo los efectos del alcohol. El catedrático de Seguri-dad Vial de la Universitat de València Luis Montoro aseguró ayer que ese criterio es «insostenible» desde el punto de vista científico porque está demostrado que con más de un miligramo «se altera la visión, la coordinación, el tiempo de reacción, la atención y el comportamiento, y son muchas más las infracciones que se cometen», aseguró. Sin embargo, Mario Arnaldo entiende que la sentencia supone una crítica al trabajo del Ministerio Fiscal y al de los policías: «Viene a decir -explica Mario Arnaldo- que se tenían que haber buscado más pruebas y testigos» para condenar al conductor, porque si no se vulneraba su presunción de inocencia. Por eso, el responsable de Automovilistas Europeos Asociados cree que «si todos hiciesen bien su trabajo» no habría lugar para estas lagunas legales, y reitera que «un problema de alcoholismo sólo se agrava en la cárcel», concluye Arnaldo.