La racionalización de la producción pasa por la «regla de los tres ochos»
España, anteel retoderendirmás reduciendo su horario de trabajo Tres ejes para el buen uso laboral
Según los expertos, lo ideal sería unificar de ocho a cinco de la tarde y comer en una hora
España es uno de los países de la Unión Europea en el que más horas se trabaja. Sin embargo, es el tercero por la cola en productividad. Una singularidad que condiciona no sólo el rendimiento, sino también la conciliación de cada español con su vida familiar, lo que influye en la estructura socioeconómica del país. En este punto, los expertos reunidos en el primer congreso nacional para racionalizar los horarios laborales ofrecen una respuesta. Unificar la jornada de trabajo de 8 a 5 de la tarde con una hora para comer. Al menos para vivir mejor. La batalla para armonizar los horarios laborales en España comenzó hace un año. El Ministerio de Administraciones Públicas daba ejemplo con la aprobación del Plan Concilia, mediante al cual se «obligaba» a los funcionarios a no extender su jornada no más allá de las 6 de la tarde. Una objetivo arduo complicado debido a que el carácter del trabajador español se encuentra muy lejos del de sus «ordenados» vecinos europeos. ya que emplea tantas horas anuales (1.800) que un japonés o un estadounidense pero rinde tan sólo más que griegos y portugueses. La regla de los tres ochos Así, el primer congreso de racionalización del horario laboral, celebrado este jueves y viernes en Madrid con la participación de decenas de empresas privadas, ha concluido que sería necesario llevar a la práctica la «regla de los tres ochos» (ocho horas para trabajar, ocho para descansar y las mismas de tiempo libre) para mejorar el estilo de vida y aprovechar al máximo el rendimiento laboral. A su entender, la solución sería una jornada que abarcase de 7 a 9 de la mañana como hora de entrada, y que finalizase de 4 o 6 de la tarde, con 45 minutos para comer. Antonio Buqueras, señala que existen tres líneas de actuación para desarrollar un «buen uso del tiempo laboral». La primera consiste en «trabajar por objetivos» y permitir al empleado que se organice como desee. La segunda pasa por mantener al empleado apoyado constantemente por la tecnología para «irá más rápido». Y la última sería mantener al trabajador «siempre motivado». Una modelo similar al de EE.UU.