La cuenta atrás

¿HASTA dónde ignoramos la riqueza biológica de los bosques? El descubrimiento de otras 52 nuevas especies en el Corazón de Borneo pone una vez más de manifiesto cuan grande es la ignorancia del ser humano al masacrar la diversidad biológica en su camino hacia un mal entendido desarrollo. La isla de Borneo, repartida entre Malasia, Indonesia y Brunei Darussalam, es uno de los refugios biológicos más importantes del mundo. En los últimos 25 años, más de 400 especies de plantas han sido descubiertas en esta isla que, junto con Sumatra, se constituye como lugar único del mundo donde coexisten orangutanes, rinocerontes y elefantes. Sin embargo, toda esta diversidad biológica, no exclusiva de Borneo, sino de todo el archipiélago de Indonesia, está acotándose alarmantemente por la transformación del bosque primario en plantaciones agrícolas de palma aceitera y soja, y por la actividad fo-restal intensiva que tala ilegalmente especies valiosas de madera utilizadas en el mercado internacional, y sustituye el bosque primario por plantaciones intensivas de crecimiento rápido para la industria papelera. Sin soluciones definitivas para frenar la destrucción de estos bosques únicos, aparte de los imprescindibles compromisos políticos, hoy ausentes, para detener la roturación agrícola y forestal, la certificación forestal FSC se erige como la mejor garantía del origen legal y sostenible de los productos de madera y papel que pudieran proceder de estas amenazadas regiones, en las que el mercado español tiene un importante papel que jugar, especialmente en lo referente al mobiliario de jardín fabricado con especies como el balau, la teca, el eucalipto o la acacia. De hecho, la conservación de buena parte de los 15 millones de especies que quedan por descubrir a la ciencia depende en gran medida de un consumo responsable que dé prioridad a los productos certificados por sellos como el FSC.