España, penúltimo país de la UE en gastos de «comercio justo»: 348 euros por mil habitantes
Casi el 5% de las compras navideñas se hace de forma «compulsiva y patológica»
Oenegés y colectivos sociales defienden que el consumo responsable es posible y necesario
Al menos en su vertiente consumista y derrochadora de energía, las Navidades cada vez empiezan antes, con su llamativo alumbrado callejero y sus atractivos escaparates centelleando ya desde noviembre. Un «escenario peligroso» para el entre el 3% y el 5% de personas cuya pasión compradora se adentra por territorios compulsivos y patológicos, pero también para la gran mayoría que se deja seducir por el guiño más comercial de estas fechas. En medio de esa vorágine, organizaciones no gubernamentales y colectivos sociales exprimen su imaginación para promover el consumo responsable, justo y solidario. Sus propuestas cubren un amplio abanico que arranca con las tarjetas de felicitación, continúa con regalos ya típicos -calendarios, agendas, productos de comercio justo- y tiene como broche iniciativas de voluntariado solidario y de consumo alternativo. El «día sin compra» En este caso, sus promotores llegan entrenados: el 24 de noviembre protagonizaron el día sin compra , que nació en 1992 en Canadá y ha sido asumido con ímpetu por Ecologistas en Acción, que ve la jornada «no como una huelga de consumidores, sino como un modo de cambiar los hábitos de consumo». La oenegé, que aprovechó la ocasión para divulgar el comercio justo y organizar mercados de trueque, está muy comprometida en ese ámbito, y su proyecto contrapublicitario Consume hasta morir está dando la vuelta a España en forma de exposición (en León pudimos verla en el Colegio de Arquitectos). Este enfoque ataca de lleno la fiebre consumista, que se resume en un gasto navideño por persona de 904 euros, de los que 520 se dedican a regalos, un capítulo que no ha parado de crecer en los últimos años. Paralelamente, un segundo esfuerzo se centra en reconducir solidariamente el consumismo, de modo que el gasto se dirija hacia el comercio justo. El éxito de éste ha sido importante, pero relativo: según la Federación Setem, ha aumentado un 16,9% anual en el último quinquenio, pero los 348 euros por mil habitantes de España son la segunda peor cifra de la UE (2.318 euros de media), sólo por delante de Portugal. Estas iniciativas compiten en inferioridad ante el abrumador despliegue publicitario de empresas y centros comerciales.