Campaña para evitar la práctica de cortar las aletas a los tiburones

Ha sido puesta en marcha por grupos de ecologistas de Centroamérica y su objetivo es luchar contra la captura ilegal de millones de tiburones para cortarles las aletas y arrojar sus cuerpos al mar, lo que ha llevado a la reducción del 90% de su población. Costa Rica es el único país que tiene una ley específica para prohibir el corte de aletas, situación que es aprovechada por los pescadores asiáticos, especialmente de Taiwán y Malasia, para esquilmar los tiburones en el resto de los países. En Asia se considera que las aletas tienen propiedades afrodisíacas y de fertilidad, siendo también utilizadas para elaborar la "sopa de aleta de tiburón", alcanzando precios de hasta 525 euros el kilo.