Un siglo de talento creativo

Las vidas de Victoriano Crémer, don Victoriano, y del Diario de León han corrido curiosamente parejas. Nacidos los dos hace cien años, ambos han sido testigos y contadores del siglo XX, con toda probabilidad el más trepidante, el más inhumano y el más fascinante de todos los siglos. Por las venas de uno y por los entrelineados de otro corren muchas historias puestas en negro sobre blanco y comentadas en tertulias de casa y taberna, o guardadas en el cajón de la memoria o la carpeta de gomas. Entre offsets y tipos móviles, entre grabadoras y notas garrapateadas al lado de un whisky, han discurrido muchos momentos de este periódico y del Cronista Oficial de León. Mañana, el Diario entrega el noveno libro de su muy completa Biblioteca Leonesa de Escritores, y es sin duda uno de sus libros más especiales, Antología Poética , con los versos más sentidos e intensos de Victoriano Crémer. Esta colección, elaborada con todo cuidado por la editorial Edilesa con el patrocinio del Ayuntamiento de la capital y de la agrupación Agelco, incluye nada menos que 52 obras de otros tantos autores, y se ofrece todos los sábados al precio de 1,50 euros. Firma la presentación de este libro el catedrático de la Universidad de León José Enrique Martínez, gran conocedor de la obra de Crémer. Y escribe también Martínez sobre este libro que recoge y presenta poemas escritos entre los años 1944 y 2002, lo siguiente: «Aunque varíe el enfoque y la intensidad de sus libros, el motivo básico de la poesía de Crémer es el hombre, contemplado en su soledad existencial o en sus circunstancias históricas. En el primer aspecto, el tiempo y la muerte fueron cobrando cada vez mayor presencia; el segundo aspecto está impregnado de las vivencias de la Guerra Civil, si bien su poesía fue convirtiéndose progresivamente en un 'himno del mundo humilde', de las gentes sin nada ni nadie, en un afán universalista que salva su poesía». Victoriano Crémer nació en Burgos pero a los diez años ya se había asentado en un León que no abandonaría. Estudió con los Maristas y trabajó en los oficios más diversos: vendedor de periódicos, peón de campo, mancebo de botica... Trabajando como tipógrafo para Proa , comienza a aportar sus colaboraciones periodísticas. También trabajó en la radio y, después, en el Diario. Fue encarcelado por sus ideas políticas tras la Guerra Civil. En 1944 funda, con Eugenio de Nora y Antonio González de Lama, la revista Espadaña . Ha desarrollado una vasta labor literaria como poeta, articulista (desde 1990 escribe la columna Crémer contra Crémer en el Diario), crítico de arte y autor de narrativa breve y novela. En 1976 fue nombrado Cronista Oficial de León. Es Premio Nacional de Literatura y autor de obras como Libro de Caín , La Casona , Ante el espejo , Tacto sonoro , Los cercos ... Hace unas semanas fue homenajeado por toda la ciudad por su cumpleaños número cien.