Según afirmó en la llamada Octava de Navidad, dedicada a la Virgen
Para el Papa los ritos mundanos sólo sirven paraeludirla realidad
Con motivo de la jornada de la Paz el Pontífice se refirió a la libertad religiosa y la dignidad personal
El papa Benedicto XVI afirmó que la base para construir la paz comienza con el respeto y tutela de la vida humana y de la libertad religiosa, en ocasión de la celebración de la Jornada Mundial de la Paz. Como instituyó el papa Pablo VI, el 1 de enero la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de la Paz. Benedicto XVI dedicó la misa y el Ángelus a hablar de su construcción y las amenazas que afrenta. El Papa citó su mensaje enviado para esta ocasión a los responsables de las Naciones del mundo y en el que se expresaba que «el valor del hombre es la columna portante de la paz». «Se habla de derechos humanos pero a menudo se olvida que necesitan una base estable y no opinable. Esta tiene que ser la dignidad de la persona, que comienza por el reconocimiento y tutela de su derecho a vivir y de profesar libremente su religión», explicó el Papa en el Ángelusl papa Benedicto XVI se refirió ayer a los «ritos mundanos» que se festejan en este último día del calendario, «vividos a menudo como evasión de la realidad», en la tradicional ceremonia del Te Deum, celebrada en la Basílica de San Pedro. Benedicto XVI dijo que en las últimas horas del año se repiten algunos «ritos mundanos, marcados sobre todo por la diversión y vividos a menudo para evadir la realidad». Según el Papa, estos «ritos» sólo sirven para «exorcizar los aspectos negativos y proporcionar improbables fortunas». En estos momentos de final de año, para el Papa, el comportamiento de los cristianos «tiene que ser diferente>»y así, instó a presentar a la Virgen María «las alegrías, esperanzas y tristezas y las angustias del hombre moderno, de los pobres y de todos los que sufren». En este Te Deum de agradecimiento por el fin de año, el Papa quiso recordar que se celebra, además del final del año cronológico, la llamada «Octava de Navidad», dedicada a la Virgen. Por ello, la homilía del Pontífice estuvo centrada en resaltar «la maternidad de María» y en como Dios eligió nacer «no trámite una mujer», sino «de una mujer». El obispo de Roma explicó que la definición dogmática de María como «Madre de Dios», que proviene de la palabra griega «Theotokos», se realizó en el Concilio de Éfeso (Turquía) en el año 431. Benedicto XVI recordó que visitó Éfeso durante su «inolvidable» viaje en noviembre a Turquía y agradeció «la protección» que la Virgen María le dio durante esta visita. El papa Joseph Ratzinger terminó su homilía deseando que la fe de los creyentes sea como la de la María: «limpia, humilde y al mismo tiempo valerosa».