La prensa polaca revela otros doce casos de obispos ex confidentes de los comunistas
El diario polavo Dziennik publicó ayer los seudónimos de doce obispos que fueron confidentes de la policía comunista, dos días después de la renuncia a su cargo del recientemente nombrado arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, por su pasado como colaborador del régimen comunista. Ramsés, Profesor, Apolo, Waclaw, Escritor, Franciszek, Stolnik, Boleslaw, Bernat, Pastor, Wladyslaw y Tadeusz eran los seudónimos dados por la policía comunista a los doce obispos que aprovechaba para influir en la cúpula de la jerarquía eclesiástica polaca. «Esos doce seudónimos fueron citados en un documento secreto con la cláusula de importancia especial del ministerio de Interior del 30 de enero de 1978», afirma Dziennik . El documento comprendía también el plan anual de trabajo del Departamento IV del ministerio de Interior que se ocupaba de la vigilancia de los órganos de dirección de la Iglesia. Influir en nombramientos El diario señala que el año 1978 iba a ser un año singular para los oficiales del Servicio de Seguridad (SB) comunista, ya que se preveía la muerte inminente del entonces cardenal y primado de Polonia Stefan Wyszynski. «El SB indicó que los tres candidatos más fuertes para cubrir el vacío que dejaría Wyszynski serían el obispo Zbigniew Kraszewski, preferido de la policía, el obispo Jozef Gelmp, menos deseado por el régimen y quien finalmente sucedió a Wyszyunski, y el obispo Jan Michalski, el más indeseado y contra el que la policía organizó toda una campaña de desprestigio», dice el rotativo. Añade que la segunda gran batalla en la que decidió participar directamente el SB con la colaboración de los jerarcas confidentes fue la batalla por la archidióesis de Varsovia. El SB opinaba que los jerarcas con mayores probabilidades de triunfo eran Karol Wojtyla y el obispo Bronislaw Dabrowski, entonces secretario de la Conferencia de Obispos Polacos. «Para SB Karol Wojtyla era muy incómodo y de ahí que aprovechasen toda su influencia para excluirlo y conseguir que triunfase Dabrowski, cosa que tampoco les salió bien, porque la archidiócesis de Varsovia la conquistó Jozef Glemp», concluye el diario polaco Dziennik .