Unicef anima a denunciar
Unicef anima a ese 10% de españoles que dicen conocer de cerca a algún turista sexual de menores a denunciarlo, porque el comercio sexual infantil es uno de los pocos delitos extraterritoriales, perseguible aquí aunque el acto delictivo haya sido cometido en la otra punta del mundo. En el 2004 se interpusieron en España 252 denuncias por delitos relacionados con la explotación sexual de menores, sea prostitución, pornografía infantil o corrupción de menores. El Código Penal español castiga estas prácticas con entre uno y cuatro años de cárcel -que serán cinco en la reforma que tramita el Ejecutivo- y Unicef reclama que se penalice de forma expresa al cliente, y no sólo al proxeneta, como ocurre ahora. La sección española de la agencia de Naciones Unidas para la Infancia activó en el 2004 la campaña No hay excusas para concienciar a la ciudadanía contra esta lacra e involucrar al sector turístico en la lucha. Grupos hoteleros como Sol Meliá y Barceló han suscrito ya un código de conducta sobre esta cuestión y Unicef espera que otros actores se sumen a la iniciativa.