La América verde se impone a la oficial

Estados Unidos viene siendo demonizado desde que hace cinco años George Bush anunciara su irrefutable decisión de renunciar a la ratificación del Protocolo de Kioto. Pero la realidad del país es otra muy distinta a la que transmite su presidente y la llamada América verde no sólo gana cada vez más fuerza, sino que su irrefrenable empuje convertirá probablemente al país en un futuro no muy lejano en líder mundial de energías renovables y desarrollo tecnológico para la búsqueda de fuentes más limpias. Estos son sólo algunos ejemplos. Biocombustibles Estados Unidos quiere dejar de ser un país adicto al petróleo y ha puesto las bases para conseguirlo. Invierte más de cinco mil millones de dólares al año en ayudas para la generación de biocombustibles alternativos a los de origen fósil (combustibles derivados de aceites vegetales en sus versiones tanto diésel como gasolina) y las empresas ya han visto un importante foco de negocio. Tanto las empresas norteamericanas como el propio Gobierno federal y especialmente los estados, el verdadero motor del cambio, también están invirtiendo sumas multimillonarias para el desarrollo de la generación con hidrógeno, sobre todo para el transporte. Energía eólica y solar Estados Unidos es actualmente la tercera potencia mundial en energía eólica. Empresas como General Electric están haciendo una fuerte apuesta por un sector en el que, por su potencialidad, también puede convertirse en líder mundial. El desarrollo de la energía solar es aún más incipiente, salvo en California, pero con enormes posibili-dades para un negocio de energías renovables en el que también están entrando empresas españolas. Control de emisiones Si a nivel federal Bush se opone a establecer objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero, los estados no piensan lo mismo. California, gober-nada por el republicano Schwarzenegger, obliga a las empresas a recortar sus emisiones en un 25% de aquí al 2020, mucho más de lo establecido por el Protocolo de Kioto. Otros estados se han sumado a esta política y se ha creado la Asociación de Alcaldes contra el Cambio Climático, integrada por más de 320 municipios. Presión de empresas Hace unos días se supo que importantes empresas de todo tipo de Estados Unidos exigieron a Bush una acción más decidida contra el cam-bio climático.