Iniciada la construcción del nuevo Centro de Recursos Ambientales Desde la climatización hasta la instalación eléctrica

El pasado mes de marzo, la Consejería de Medio Ambiente presentó el proyecto PRAE (Propuestas Ambientales y Educativas), formado por el Centro de Recursos Ambientales y el Parque Ambiental, con el que se pretende divulgar las nuevas tendencias sobre gestión ambiental, sostenibilidad, educación ambiental y participación ciudadana. Desde entonces, se han realizado todos los trámites administrativos hasta llegar al inicio de las obras del Centro de Recursos Ambientales, con el compromiso de que esté concluido a finales del año 2008. Según explicó el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, durante la colocación de la primera piedra de las obras, «sustituye al antiguo Centro de Interpretación de la Naturaleza de Valladolid, inaugurado en 1987 y pionero también en la puesta en práctica de las entonces nuevas teorías sobre la educación ambiental, lo que supone un reconocimiento al esfuerzo realizado durante estos veinte años y al que se acercaron más de 200.000 escolares de Castilla y León». Carriedo recordó que el proyecto PRAE «ha sido galardonado con el primer premio de Edificación Sostenible de Castilla y León y, además, el Green Building Challenge, máximo órgano internacional que certifica la excelencia ambiental y otorga el prestigioso Sello Verde, le ha concedido la mayor puntuación que se ha otorgado a un edificio en España». «Deconstrucción selectiva» El Centro de Recursos Ambientales, cuyo proyecto es obra de los arquitectos Julio y Alberto Grijalba, tendrá una superficie construida de 3.500 metros cuadrados y albergará un Área de Educación e Interpretación Ambiental, concebido fundamentalmente como centro de exposiciones y sus actividades se centrarán principalmente en el uso racional y responsable de los recursos, tratamiento de residuos y energías renovables. PRAE tiene un presupuesto de 12 millones de euros, de los que 8 corresponden al Centro de Recursos Ambientales y el resto al Parque Ambiental. En la primera fase de la obra se ha realizado una «deconstrucción selectiva» del edificio del Centro de Interpretación desmontando, separando y clasificando todos los materiales para buscarles el destino idóneo desde la perspectiva y normativa ambiental. Así, se han determinado los recuperables y/o reutilizables (mobiliario, audiovisuales, paneles expositivos, material documental), que han sido cedidos a distintas instituciones. Igualmente, se ha procedido a reciclar y clasificar tejas, material de carpintería, vidrios, sanitarios, cerámica, metales e inertes no reciclables. Los residuos peligrosos se han entregado a gestores autorizados, y los restos de tierra, madera y escombros se reutilizarán para la futura construcción del parque ambiental. En cuanto a las tierras vegetales extraídas de la obra se han destinado al vivero forestal que está en las proximidades, y se utilizarán en el futuro jardín. Los árboles han sido sometidos a un proceso de escayolado del cepellón, que permite arrancar la planta con la mayor parte de la tierra unida a las raíces, asegurando su supervivencia. El edificio es un prisma emergente y transparente y está proyectado con una planta baja semienterrada y una planta primera destinada a exposiciones, disminuyendo el impacto de la edificación en el entorno natural hasta parecer prácticamente invisible. Se construirá, además, un aparcamiento semioculto (a cota -2 metros), entre vegetación autóctona y pérgolas realizadas con paneles solares fotovoltaicos que proporcionarán la energía eléctrica necesaria e incorporando el resto a la red general. La cubierta será plana y acogerá plantación vegetal para retener el polvo y la contaminación, al tiempo que actuará como absorbente acústico y refrigerante. El semienterramiento del edificio, el uso de muros de hormigón y termoarcilla y la utilización como aislante de fibra de celulosa de papel reciclado supondrán un considerable ahorro energético. En cuanto al Parque Ambiental, se configura como una exposición viva sobre la diversidad botánica de Castilla y León para cuyo mantenimiento y diseño se utilizarán las aplicaciones más modernas de sostenibilidad. Se utilizarán energías renovables, para su consumo y mantenimiento. Solar fotovoltaica (bombeo del agua, iluminación, y abastecimiento), solar térmica (agua caliente y climatización), eólica, calderas de biomasa, bomba de calor y máquina de absorción, y pila de hidrógeno (a efectos administrativos). Además, se aprovechará el agua de lluvia para regar las zonas ajardinadas; se construirán acequias de fitodepuración y se aplicarán técnicas de xerojardinería (jardín seco) como instalación de riegos subterráneos y subcapas cubiertas con telas geotextiles. El sistema de climatización general será de suelo radiante-refrescante que aprovechará la energía solar térmica permitiendo un importante ahorro en calefacción en invierno y refrigeración gratuita en verano. Además, la especial orientación del edificio proporcionará una radiación a través de la fachada sureste, muy elevada en la latitud en que se sitúa el edificio. La instalación eléctrica se realizará con conductores libres de halógenos y para la iluminación se emplearán lámparas de bajo consumo y un sistema de gestión del alumbrado que regule el flujo luminoso en función de las necesidades.