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Desafío extremo Aconcagua

El Aconcagua no se deja

Calleja sufre su primera «zancadilla» dentro del proyecto «Desafío Extremo» después de que las duras condiciones meteorológicas impidieran su ataque a la cima

Publicado por
Jesús Calleja
León

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Ya estoy en León escribiendo la última crónica de lo acontecido en el Aconcagua. Mi hermano y yo no logramos llegar a la cima y ahora os explico los hechos. Como os contaba en la anterior crónica, el temporal que se abatió sobre la montaña era de tal magnitud que nos echó a todos los escaladores hacia el campo base, con la mala suerte que a mi hermano y a mí nos golpeó con toda su dureza a sólo 450 metros de la cima, pero fue absolutamente imposible continuar. Como decía descendimos al campo base. Las condiciones climáticas fueron empeorando incluso en el campo base, acumulando una gran nevada también a esta altura. En las partes altas, la nieve alcanzaba más de un metro y la ventisca era huracanada. A pesar de estas condiciones, descanso un día e intento otro nuevo ataque a cima. También lo hacen cuatro españoles más y el famoso montañero y mejor guía Fernando Garrido. Ese día nos damos una paliza tremenda, pues subimos de nuevo todo el material e incluso contratamos un porteador para poder subir todo de una sola vez. El día 18 conseguimos instalar de nuevo el campo I en mitad de una nueva tormenta que se abate al poco de partir del campo base, alcanzando el campo I en un fuerte nevada, con vientos de nuevo huracanados y, lo peor de todo, con un fuerte aparato eléctrico que ciertamente acojona Dentro de la tienda de campaña los pelos se electrifican, e incluso cuando estoy derritiendo nieve la cazuela me sacude cargas estáticas cuando la voy a agarrar. Esto es una muy mala señal, pues quiere decir que los rayos están cayendo muy cerca, y es verdaderamente peligroso. Aun así, tengo esperanzas de una pequeña mejoría para poder intentar un ataque rápido por la noche, pues me encuent ro muy fuerte y aclimatado. El temporal anula los planes A eso de las cuatro de la mañana me levanto para intentar partir para cima, pero la violencia del temporal es tal, que anula cualquier plan. Simplemente es imposible salir de la tienda, y además ha vuelto a nevar fuertemente, y hace que moverte por el campo I sea una ardua tarea, pues me hundo hasta casi la cintura. Conclusión: es absolutamente imposible un intento a cima en esas condiciones de nieve y viento huracanado. Nadie de los allí presentes decide ascender, y todos los campamentos de nuevo se desmontan, y regresamos al campo base. Es mi segundo intento a cima con sólo veinticuatro horas de descanso, pero ha sido imposible. Las previsiones indican que seguirán los próximos días en las mismas condiciones, y el problema es que yo no dispongo esta vez de más tiempo. Si tuviéramos más tiempo sin ninguna duda haríamos cima, pero esta montaña se ha vuelto muy hostil a pesar de ser técnicamente muy sencilla. Pero la climatología manda y mi hermano y yo por cuestiones personales y profesionales esta vez no disponemos de lo más importante en estas grandes montañas: tiempo. Con prisas las oportunidades de cima disminuyen notablemente, pues un cambio de la climatología como en este caso pueden dar al traste con todo. Pero no pasa nada. Sabemos que muy pronto volveremos con mucho tiempo, y si es posible intentaremos otra ruta diferente algo más difícil para encontrar una nueva motivación para escalar el Aconcagua. Esta es mi primera zancadilla importante dentro del proyecto Desafío Extremo, pero también se aprende que no se puede menospreciar a ninguna montaña a pesar de no ser un coloso del Himalaya y carecer de dificultades técnicas. Pero es sólo eso, una zancadilla, no una caída, pues regresaré muy pronto a por la ansiada cima junto con mi compañero de escalada y hermano Kike Calleja. ESCRIBE: Siga la aventura en: www.jesuscalleja.es

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