Diario de León

Al Gore da su charla a oscuras para que no se tomen imágenes

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Natalia Bore - redacción | madrid
León

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Sin fotos, ni cámaras. Tampoco grabadoras ni, por supuesto, preguntas de los periodistas. Las únicas instantáneas podrían tomársele cuando accediera al auditorio, junto al alcalde de Madrid, que ejerció como maestro de ceremonias. En caso de que la prensa quisiera tomar notas de la conferencia de Al Gore sobre el calentamiento global, debía hacerlo a oscuras. Esas fueron las exigencias que el que fuera vicepresidente de los Estados Unidos con Bill Clinton puso para que los medios de comunicación cu-brieran ayer su archifamosa conferencia, por la que es candidato a los Óscar. Y es que el celo extremo de Gore sobre su imagen y su conferencia se explica porque en los próximos días se pondrá a la venta su segundo libro sobre el tema, así como un deuvedé. Y no es cuestión de desplumar a la gallina de los huevos de oro. La charla que en la mañana de ayer dio en Madrid, dentro del primer Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global, organizado por Futurastudio -empresa de la que el propio Gore es «socio operativo»- se enmarca en el análisis del problema del ca-lentamiento global del planeta, que el pasado día 2 denunció en París un informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático. El foro, que hasta hoy reú-ne a más de un centenar de ayuntamientos, además de a expertos en la materia, pre-tende avanzar en la búsqueda de soluciones para este grave problema del que Gore se ha convertido en Pepito Grillo. Partidario de endurecer el Protocolo de Kioto, que su país no ratificó cuando él era vicepresidente, Gore pretende mover a la acción golpeando directamente en el estómago: será necesario un nuevo mapa del mundo si el cambio climático sigue avanzando, porque enormes superficies de tierra (incluido el memorial del World Trade Center) quedarán sumergidas. «Tenemos todo lo que necesitamos para salvar el planeta, a excepción, quizá, de la voluntad política. Pero la voluntad política es un recurso renovable», espetó.

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