Cantar de tasca en cantina

La Bañeza y su carnaval son así: el fruto de una improvisación organizada. Y de ahí que los bañezanos digan, en el descenso por la N-VI hacia Madrid, que Ponferrada trabaja, Astorga -sede episcopal- reza y La Bañeza se divierte. En buena medida, no les falta razón. De ahí las iniciativas como La Charra, un grupo de coplas carnavaleras, con apodo de mujer, de Encarna la Charra , que cantan por carnaval «de tasca en cantina, de café en taberna y de bar en bar», como dice una de sus letras, lo mismo se junten tres o cuatro para el recorrido que sus once miembros y que ayer presentó la primera obra discográfica que se ha grabado en la historia de La Bañeza. Estreno mundial y los de La Charra sin disfraz, que acaban de llegar de trabajar. Las letras de los dieciocho temas que se incluyen en el compacto -se grabó en la única actuación en directo en una sala que ha realizado el grupo, con motivo del Congreso Nacional del Carnaval del pasado mes de diciembre- son «nuestro espejo», explicaba ayer Manuel Martínez, erigido en portavoz de la banda. «Después de varios años, vemos que hay problemas que se han solucionado, mientras que otros ahí siguen, y, entonces, hay que inventar otra copla para dar un tirón de orejas», en una crítica en la que predomina la mofa y la ridiculización del poder municipal, autonómico -con especial incidencia en la comunidad catalana y en los prometedores de teatros y circuitos- e incluso estatal. El esperpento La denuncia y la burla por exageración de La Charra no es hiriente, «porque, entonces, nos haríamos daño a nosotros mismos», señaló Martínez en una rueda de prensa que acabó siendo cantada, con «esa jarra de cerveza que me quiere conquistar» y el recuerdo de aquellos que mantuvieron vivo el carnaval y que, mientras los bañezanos se colocan la máscara, «te miran desde el cielo y no paran de bailar». Tras presentar el primer disco carnavalero de la historia de la ciudad, los miembros de La Charra interpretaron dos nuevos temas, que no se han incluido en el disco, y que serán auténticos hits en los bares de La Bañeza durante los próximos días y en el tarareo de muchos bañezanos: Diecienueve días y quinientas multas , una sátira al sobre la Policía Local, y Los aromas de mi pueblo , en referencia a ciertas actividades fabriles que se consideran agresivas al olfato. En resumen «vive a lo grande el carnaval, no salgas nunca sin disfraz y llena los bolsillos de confeti y serpentina».