Sin ningún pantalón y muy pocas mangas largas, salvo en algún abrigo o en sus delicadas blusas, Palacio apostó firmemente, como viene haciendo en las últimas temporadas, por los pequeños vestidos, que se despegan del cuerpo cortados sobre el pecho, y por unas faldas muy femeninas que convencieron en el desfile, uno de los más aplaudidos hasta ahora, con el que se inauguró la tercera jornada de Pasarela Cibeles.
Un delicado trabajo de aplicación en las pecheras, con formas redondeadas, fue el hilo conductor de la colección en la que el diseñador también llevó estas formas a sus otras prendas, realzadas con pequeños botones similares a bolitas de chocolate. Uso también la pasamanería y detalles de palleté en amarillo y coñac, que colocó en los bajos de algunas faldas y vestidos. Junto a las delicadas camisas de color crudo y las de gasa transparente en gris y negro con pequeñas flores en los mismos tonos, propuso para dar color a la colección un delicado estampado de pequeñas flores.
Miguel Palacio, en la que él considera la colección de más alta costura que ha creado, ha realizado un profundo estudio de las mangas, pequeñas, en las que juega con los volúmenes, los pliegues, y todo ello muy encajado en los hombros. En cuanto a tejidos, especial importancia del pique, crep de lana, paño y sedas
En un panorama completamente invernal, entre arboles helados y bajo copos de nieve, el diseñador Jesús del Pozo propuso una mujer inspirada en las pinturas del pintor Gustav Klimt, que se cubre con múltiples capas de tejidos gruesos para protegerse del otoño-invierno 2007/2008. La mujer centroeuropea de principios del siglo XX es el modelo en que se ha fijado el diseñador madrileño para la colección que presentó hoy en Pasarela Cibeles, en la que predominan sus habituales tonos de la naturaleza- principalmente verdes y marrones- junto a grises, azules y el eterno negro.
La superposición de capas sobre el cuerpo femenino es una de las claves Jesús del Pozo para esta temporada, en la que se podrán ver vestidos sobre camisetas, sandalias sobre calcetines o leotardos y pantalones debajo de faldas o vestidos. Las chaquetas entalladas, las originales parcas con mangas de lana pegadas al brazo y las faldas-pantalón fueron los principales integrantes de un desfile en el que predominaron las prendas largas y el estudio de las lazadas laterales. Una de las propuestas más originales de jesús del Pozo es la de transformar las estructuras típicas de los trajes de noche para llevarlas durante el día, dando lugar a una mujer elegante, profundamente expresiva y espontánea.
Los diseños que las modelos lucieron sobre la pasarela, en los que se podía apreciar unos pocos estampados que recordaban a las pinturas de Klimt, con telas brillantes tamizadas por gasas grises superpuestas, y muchos jaspeados, están confeccionados con tejidos gruesos, con abundancia de punto hecho a mano y de lanas.
Entre el desorden propio de una mudanza presentó el diseñador David Delfín su colección para el otoño-invierno 2007/2008 en la que predominaron los tonos grises y morados, blancos, negros y beiges en prendas con una costura clásica muy trabajada. Modelos masculinos y femeninos desfilaron sorteando cajas y muebles por una pasarela, en la que sus cuerpos se convirtieron en tesoros envueltos en abrigos y capas jaspeadas a modo de mantas protectoras. Las capuchas y cabezas cubiertas por los propios abrigos acompañaban pantalones y faldas rectas.
En sus presentaciones Delfín siempre crea un ambiente especial buscando la sorpresa del espectador. Así lo hizo también hoy al vestir con mantas de embalaje a algunos de sus modelos a los que colgó sillas de madera a modo de mochila, de bolso o de sombrero. Frente a esta puesta en escena, el diseñador presenta una colección muy seria, clásica en sus bases, con muy buena costura y en la que no faltaron sus juegos, como la falda de la que colgaba por detrás un pantalón o esta misma prenda con otro pantalón doblado y colgando por delante.
Los negros, morados o grises solo se rompieron con un estampado de cuadros escoceses en blanco y negro. Esta combinación de colores se dio también en los diseños lucidos por hombres y mujeres en los que las costuras tomaban especial importancia al ir cosidas en blanco sobre negro o viceversa. También hubo correspondencia de diseños en los trajes de chaqueta y los bonitos vestidos con rayas plateadas en relieve sobre fondo negro. El beige llegó en prendas como trajes de chaqueta o vestidos inspirados en gabardinas para ellas o fracs para ellos.
La aplicación de la tecnología en los tejidos naturales es una de las bazas fundamentales de la colección que propone Amaya Arzuaga para el otoño-invierno de la próxima temporada, en la que juegan también un papel fundamental las largas colas de pelo de caballo.
Aplicadas tanto en los laterales de las faldas como en camisas, chaquetas, vestidos o abrigos, el pelo de caballo dio un toque diferente, algo difícil, a la colección que la diseñadora burgalesa presentó ante numeroso público, con muchas caras famosas del cine y la televisión.
En el tratamiento tecnológico de los tejidos tuvo Amaya Arzuaga uno de sus mayores aciertos. Sedas plastificadas, amplios acolchados, gruesos ochos de lana que cruzan las prendas y gruesas cremalleras que dan estructura a las chaquetas son parte fundamental de una colección en la que gustó el satén , usado en vestidos también pelo de caballo y plumas auténticas.
Las prendas se aprietan a la cintura para crear volúmenes en la cadera, que enriquece a veces con volantes irregulares que se aplican a las faldas que crecer horizontalmente. Los largos son mini o por encima de la rodilla, los pantalones llegan al pitillo y los talles suben hasta la cintura o incluso más.
Frente a las cuarenta y dos salidas femeninas, Arzuaga sacó quince de hombre con creaciones que siguieron una estética muy similar a la de la mujer, en la que uno de sus varios aciertos lo tuvo en los vestidos largos, con adornos de cuentas en los escotes y en sedas metalizadas que envuelven la figura.
La catalana Lydia Delgado presentó un elegante colección en la que como, viene siendo habitual, predominó el negro. Los vestidos de cóctel, con encaje de efecto mosaico o un enrejado de lazos a modo de mangas; las chaquetas, con las mangas abullonadas o con el puño de una camisa masculina, y el vestido-batín de noche, sus grandes aciertos.
Sin mangas también son las chaquetas que Lydia Delgado propone, a modo de chaleco con una cinta anudada a la cintura para acompañar un vestido de noche, más cool que el manido chal.
Su colección, delicada y muy refinada, supone un salto para la creadora catalana, que introduce faldas muy cortas, con pliegues, y siluetas más amplias de las que acostumbra.
Victorio y Lucchino han presentado su nueva colección Otoño Invierno 07/08 poniendo el broche de oro a la tercera jornada de Pasarela Cibeles.Los diseñadores andaluces no cesan en la búsqueda de nuevas formas y texturas estilísticas que realcen la figura de la mujer. De inspiración romántica, la colección se caracteriza por la elegancia y la sofisticación de los acabados aliada con cortes desestructurados que configuran un precioso abanico de frescas formas.
La mujer se proyecta hacia un tiempo futuro en el que no pierde la capacidad de seducción, romántica y actual al mismo tiempo. os protagonistas de la colección femenina son los cuellos y las mangas acampanadas, cinturones muy ceñidos a la cintura que realzan aún más las caderas, y las faldas de tubo con acabados en pieles.
En el hombre se respira el mismo romanticismo con trabajadas y rompedoras formas. Ataviado de la sastrería más cálida, el varón viste traje chaqueta con pantalones muy ceñidos y camisas de cuello corto, alternando la paleta de colores entre prendas y zapatos. La lana de primera calidad utilizada en abrigos o chaquetas de interior ensalza la figura masculina y se convierte en todo un referente para la colección.
El dúo Spartor inauguró la cuarta jornada de Pasarela Cibeles con una colección perfecta, que, una vez más, gustó y en la que mostraron su madurez en el mundo de la moda, en el que presentan unas propuestas enteramente masculinas. Iluminados por focos y desde las alturas de una pasarela que situaron a un metro del suelo, los diseñadores Sergio Pastor e Ismael Alcaina, artífices de la firma Spastor, mostraron una colección madura en la que las distintas modalidades de abrigo y los toques de color en gris y en beige rompieron con el habitual negro total de sus colecciones.
Los acolchados de sus abrigos-chaleco que se ciñen con finos cinturones, las trencas, parcas, tres cuartos o plumíferos, muchos de ellos con grandes capuchas, y los jerseys de lana gorda con grandes ochos, se acercaban en sus formas y en sus detalles a la estética femenina. Grandes aplicaciones de azabache, en bolsos/mochilas, camisas o ropa de abrigo, plumas y pieles enriquecieron unas propuestas con las que el dúo volvió a gustar en Cibeles.
Grandes ponchos-manta acolchados para abrigar el cuerpo del hombre que se viste con tejidos clásicos pero con formas modernas, atrevidas, pero elegantes, como lanas, punto grueso, rasos y algodones.
Andrés Sardá recreó sobre la Pasarela Cibeles la lujosa vida de una gran estrella de cabaret, desde las bambalinas hasta la alfombra roja pasando por el camerino y el propio espectáculo, en una rica colección de lencería.
El mundo intimista y sensual de las glamourosas cabareteras se trasladó a Cibeles de la mano del diseñador catalán quien, para la próxima temporada, hace una firme apuesta por el corsé, no sólo como prenda interior sino también para lucir a modo de top.
Las sugerentes formas de la mujer propuesta por el diseñador catalán se perfilan en prendas lenceras como bustiers, camisones, ligueros y «balconnets», ligas, tops, «deshaillés» o «serre-tailles», y su lado más sexy se expresa con prendas mínimas como los sujetadores que sustituyen las copas por delicados lazos o las braguitas-falda. Para prendas tan especiales Sardá utiliza tejidos delicados que cuiden y alumbren la belleza el cuerpo femenino, flocados, sedas, rasos, satén y muselina visten a una mujer que compagina sensualidad y elegancia.
Ana González y Oscar Benito o, lo que es lo mismo, Locking Shocking se han encargado de inaugurar los desfiles de la tarde de la pasarela madrileña; y no lo han podido hacer de manera más impactante.
Así, se han podido ver, en una primera serie, vestidos, chaquetas, abrigos, pantalones o chaquetones marcados por los tonos dorado y blanco para continuar con el binomio plata-negro, momento especialmente llamativo porque los modelos salían con el rostro tapado por una especie de máscara.
Con el título de Bipolar han presentado una colección para hombre y mujer marcada por tintes futuristas y con la que pretenden hacer hincapié en el concepto de dualidad.
Un año más, Antonio Alvarado presenta en la Pasarela Cibeles sus propuestas para la próxima temporada de otoño-invierno tanto para hombre como para mujer. Y, tal y como se ha podido ver esta tarde en su desfile, el diseñador apuesta por líneas sobrias y simples, aunque, eso sí, aderezadas por efectos volumétricos muy conseguidos en blusas, chaquetas y faldas; por cortes asimétricos y évasée y una gran profusión de pliegues, plisados y jaretas en minivestidos o faldas.
En cuanto a los colores, el diseñador, además del blanco y el negro, introduce pinceladas dentro de la gama de los rojos, azules, tierras y crudos.
Recupera el cuero como material de confección y lo reinventa con estratégicas cremalleras en pantalones, shorts o vestidos; tampoco se olvida de los brillos metálicos ya sea como componente esencial de vestidos o como mero detalle a modo de remache en monos de cuerpo entero o en pantalones.
La diseñadora gallega fue la encargada de poner el punto y final a la penúltima jornada de la Pasarela Cibeles con una colección dirigida a una mujer urbana, dinámica y con un puntito de sofisticación. Aspectos que se materializan en pantalones de talles altos, faldas con profundas pinzas, vestidos desentallados, camisas-vestido o amplios chaquetones y abrigos que contrastan con capas cortas plenas de volumen.
Volvemos a ver en su desfile una de las constantes que se han podido ver en la pasarela madrileña: el gusto por las superposiciones y los efectos volumétricos controlados. Los detalles de pasamanería y la utilización de lazos y de tiras de lana rematan escotes y mangas de camisas, capas y abrigos. En cuanto a los tejidos, la lana de pelo largo, el punto, los rasos o las sedas de lúrex han protagonizado unas prendas indicadas para vestir el día. Sin embargo, para las grandes ocasiones, Kina Fernández apuesta por el raso, la organza o el terciopelo de seda, materiales que dan forma a minivestidos de corte imperio con estudiados plisados y drapeados que sirven para rematar escotes y tirantes.
En cuanto a los colores, la diseñadora ha optado por tonos como el blanco roto, el dorado, los grises, el rojo o los ocres. Tampoco se ha olvidado de los complementos como bolsos con detalles de pasamanería, botines y zapatos de plataforma, así como gorros y bufandas de punto. En definitiva, unas propuestas muy femeninas acordes con una mujer a quien le gusta vestir mezclando la sofisticación con un cierto desenfado.