La Oiea inspeccionará la central nuclear de Garoña para decidir su futuro

La central nuclear de Santa María de Garoña se verá sometida en los dos próximos años a exhaustivas revisiones, claves para determinar su futuro y la concesión o no de eventual prórroga de su licencia de explotación, que expira en 2009. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) inspeccionará los sistemas de funcionamiento, condiciones de explotación y mecanismos de seguridad de la que es, tras el cierre de Zorita, la planta atómica más antigua del país. Iberdrola y Endesa, propietarias de la central, han solicitado además el peritaje adicional de la Organización Internacional de la Energía Atómica (Oiea). La nueva presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, recordó ayer que Garoña será sometida de aquí al año 2009 a una especie de «gran ITV» por el organismo que dirige para determinar su estado después de casi cuatro décadas de funcionamiento (1971). Será una inspección «en profundidad», de la cual dependerá la concesión o no del permiso gubernamental para seguir operando. Los dictámenes del CSN son vinculantes para el Ejecutivo, de modo que «si la central tiene problemas, no volverá a arrancar», advirtió. En caso de que el veredicto fuera positivo, si Nuclenor (formada al 50% por Iberdrola y Endesa), gestora de la central, acomete las reformas e inversiones necesarias y subsana con garantías los episodios de agrietamiento y corrosión, «será el Gobierno el que tome la decisión», recordó Martínez Ten. La misión del CSN es llegar a 2009 «con los deberes hechos y en eso se empleará a fondo». Nuclenor solicitó el pasado año una prórroga de su permiso de explotación por diez años, hasta 2019, y parece dispuesta a satisfacer cuantas exigencias le planteen los poderes públicos para seguir operativa. Por este motivo ha solicitado a la Oiea, el foro de Naciones Unidas para el uso pacífico de la energía nuclear, una auditoría complementaria de sus sistemas de seguridad, por la que ya han pasado otras centrales españolas, caso de Cofrentes. El examen tendrá lugar previsiblemente a lo largo de 2008. Presión Garoña cumplirá 38 años en 2009. No hay ningún mandato legal sobre la vida útil de las centrales nucleares, pero de forma tácita se estima en torno a unos 40 años. Tras el cierre de Zorita, los grupos ecologistas presionan ahora para anticipar el cierre de la planta burgalesa, aquejada de grietas y corrosión en dispositivos de las barras de control de la vasija del reactor. Con un cuantioso programa de inversiones para corregir estas y otras deficiencias, los responsables de la central esperan pasar con buena nota ambas inspecciones y ganarse la prórroga, a pesar de la escasa predisposición que tiene el actual Gobierno en favor de la energía atómica. En un primer encuentro con los medios de comunicación tras su nombramiento al frente del CSN, en diciembre, Martínez Ten, se comprometió a «abrir» el organismo regulador y hacerlo «más transparente» al conjunto de la sociedad.