Remolcan a una zona de abrigo en la ría de Lugo al buque holandés para descomponer los fertilizantes

Con el consentimiento del armador, presente en el centro de operaciones de La Coruña, comenzaron a primeras horas ayer las operaciones decididas por las autoridades marítimas para acometer la descomposición de la carga de fertilizantes del buque holandés Ostedijk . El barco fue remolcado hacia una zona de abrigo en la margen izquierda de la ría de Viveiro (Lugo), al este de Estaca de Bares y a 3,2 millas de la costa. El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, reclamó para Galicia las competencias en materia de Seguridad y Salvamento marítimos. El PP anunció que pedirá responsabilidades políticas y destacó que su partido fue denigrado por hacer lo mismo que ahora realiza el Gobierno gallego. Según explicó la directora de Salvamar, Pilar Tejo, las operaciones comenzaron con la subida a bordo del Ostedijk de seis técnicos de salvamento y dos tripulantes del barco, para poner en marcha los motores auxiliares y facilitar el traslado a la zona de abrigo. Según Pilar Tejo, la operación se llevará a cabo en dos fases, la primera de ellas destinada a enfriar la carga y sofocar «el proceso de descomposición autosostenida». La segunda, que pudiera resultar innecesaria si se consigue detener aquel proceso, consistiría en trasvasar la carga a otro buque. Mientras, en tierra, se desplegaban sendos operativos para mantener un seguimiento exhaustivo de la emisión de gases a través de dos estaciones de análisis. Los servicios de Protección Civil se declararon en «prealerta», en previsión de una hipotética evacuación o atención sanitaria a la población. De momento, los análisis no detectan concentraciones de dióxido de nitrógeno preocupantes en la atmósfera de la costa próxima. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, insistió en que «hay un operativo que está respondiendo a la situación, que toma las decisiones que técnicamente corresponde tomar, y se está cumpliendo el plan de trabajo previsto, pero en un espacio suficientemente abrigado de vientos y bien posicionado, para garantizar que en cualquier circunstancia la emisión de gases nunca vaya en dirección a la población». Por su parte, el vicepresidente del PP de Galicia, Xosé Manuel Barreiro, que se reunió con los alcaldes y portavoces de su partido en La Mariña, aprovechó la ocasión para recordar las críticas formulada por los que hoy ocupan el Ejecutivo gallego cuando se produjo la catástrofe del Prestige . Barreiro anunció que su partido pedirá responsabilidades, y se preguntó «por qué el barco no se metió antes en puerto y se viene paseando», manifestó.