Los científicos logran analizar el pensamiento y predecir las intenciones
Un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Ciencias Cerebrales y Cognición Humana (Alemania), del University College de Londres y de la Universidad de Oxford, bajo la dirección de John Dylan Haynes, ha descubierto determinadas pautas de actividad cerebral consistentes en predecir las intenciones de un grupo de voluntarios entre dos posibles opciones. El procedimiento está basado en la utilización de un escáner de alta resolución y de la resonancia magnética con los que es posible detectar la zona del cerebro y el tipo de actividad cerebral que se puede relacionar con determinada acción. Esta investigación se basa en estudios realizados con anterioridad en los que se utilizan imágenes del cerebro para detectar cambios asociados con los prejuicios raciales, la decisión de mentir o el comportamiento agresivo. Los científicos tomaron imágenes del cerebro de los voluntarios antes y después de proponerles una elección (si iban a sumar o restar dos cantidades) pudiendo observar cambios notables en el cortex prefrontal, diferentes según la elección que habían tomado. De esta forma, lograron predecir las intenciones de los voluntarios en el 70% de los casos. Según ha afirmado Haynes, con este estudio se ha conseguido rastrear el cerebro en busca de información y leer algo que sería imposible desde el exterior. El cortex prefrontal, la zona del cerebro en la que se centra la investigación, es la parte del lóbulo frontal situada frente al área motora. Además de estar unida al sistema límbico, responsable de la vida emocional y de la formación de la memoria, está implicada en la facultad de pensar sobre el futuro y hacer planes, y desempeña un importante papel en el placer y en la adicción. Esta nueva técnica de «lectura mental» podría ser de gran utilidad para los interrogatorios de criminales y delincuentes en general, ya que la policía y los criminólogos han soñado con poseer una máquina que sea capaz de leer el cerebro de un sospechoso y conocer sus intenciones antes de que cometa un delito.