Los nuevos robots ya incorporan dispositivos para rastrear olores

La revista Nature recoge una investigación franco-norteamericana en la que se afirma haber resuelto el problema del olfato en los robots imitando la estrategia de los insectos, mediante un algoritmo (infotaxis) que no busca la máxima concentración de la sustancia olorosa, sino la máxima información sobre su fuente. El algoritmo de rastreo se basa en un balance dinámico entre la estrategia de exploración (para buscar la máxima información posible) y la de explotación (de la información reunida). De esta forma, a medida que el robot reúne información, silencia la primera y activa la segunda. La aplicación es el diseño de robots que rastreen sustancias emitidas por drogas, fugas químicas, explosivos y minas.