Análisis económico del sector agroindustrial en Los Ancares

Es innegable que en los últimos 15 años se ha incrementado la importancia del desarrollo rural en las políticas de la Unión Europea, de España y de Castilla y León en particular. Existen, por tanto, diversas experiencias de planes y programas de desarrollo local que han sido aplicadas en diversos territorios con distintos resultados. En la Universidad de León se ha llevado a cabo un trabajo de investigación desarrollado por Ramón Ernesto Canizares Amorós bajo la dirección de la profesora Rita Robles Robles que analiza el caso de la región de Los Ancares en la provincia de León, en la cual se implementaron varios programas de desarrollo local, entre los cuales se encuentra la iniciativa LEADER, que además de apoyar iniciativas económicas concretas, tenía entre sus objetivos ayudar a la población local a aprovechar el potencial territorial y especialmente el potencial humano que albergan. Redes de cooperación Una de las formas de aprovechar este potencial interno de las comunidades rurales es la formación de redes de cooperación que puedan servir de base para un crecimiento económico y social sostenido, porque, si algo ha quedado claro de las experiencias de desarrollo rural de los últimos años, es que el desarrollo rural va más allá del crecimiento económico o de la reestructuración de las actividades productivas, para buscar profundas transformaciones territoriales y sociales. En el contexto actual de la globalización, muchos consideran la actual competencia entre territorios como una guerra y es muy probable que no sea una exageración. Si bien es imposible dar una receta de éxito que se pueda aplicar a todos los espacios rurales, se puede observar que la cooperación local, especialmente si está basada en un sentimiento de identidad comarcal, y la innovación constante, en el amplio sentido de la palabra, son ingredientes necesarios para sobrevivir. Para analizar la existencia de dinámicas de cooperación e innovación se ha escogido el sector agroindustrial, por tratarse de una de las actividades más representativas dentro de las iniciativas de industrialización endógena de la región de Los Ancares y por ser una variable clave para el futuro desarrollo económico de la región gracias a la oferta de productos autóctonos de reconocida calidad. Entre los resultados más interesantes que se han podido advertir, se puede señalar los que a continuación se explican. Identidad comarcal En primer lugar se ha podido constatar la existencia de un fuerte sentimiento de identidad comarcal, gracias, sobre todo, a la valorización de los productos locales, desde el paisaje, hasta los productos de la tierra, pero también el saber-hacer local que permite obtener productos con mayor valor agregado que son apreciados fuera de los límites de la comarca. Además se ha podido comprobar la existencia de una red de cooperación local en el sector agroalimentario, compuesta por empresas, sector público, instituciones educativas y de investigación y asociaciones sin fines de lucro. Es cierto que se trata de una red que todavía se encuentra en proceso de estabilización y crecimiento, y que muestra una elevada dependencia del sector público, pero lo más importante es que ya ha mostrado a sus integrantes la importancia de trabajar en conjunto y valorar la competitividad del territorio como un factor fundamental de la propia competitividad. Red de cooperación Respecto al futuro de la red de cooperación, la necesidad más importante parece ser la de disminuir la dependencia de la red del sector público. No se trata de disminuir la actividad del sector público en la red, que es un hecho importante que debe continuar, sino de incrementar la actividad de otros sectores. Si tomamos en cuenta la inminente reestructuración de los fondos de cooperación que se destinarán al desarrollo rural y el hecho de que un crecimiento económico forzado con subvenciones y ayudas no es sostenible, sino artificial, queda claro que, para la subsistencia de la red, y con ella de la actividad económica productiva en la región, es imprescindible que actores tales com o las empresas, asociaciones locales, universidades e instituciones de investigación jueguen un rol más activo.