Cómo proteger a los menores

La protección de los menores contra la pornografía infantil pasa por el uso adecuado de Internet, que en ningún caso debe ser, en palabras de Rodríguez, un medio para «entretener al niño para que no moleste en casa». Hay demasiados ordenadores en el dormitorio de los niños, que pueden así «crear un ambiente donde ocultar sus comunicaciones». De hecho, alerta, «los pederastas les dan instrucciones para que si entra la madre en la habitación, presionen una determinada tecla» para que no les descubran. El mejor remedio para ello es que «el ordenador esté a la vista de los padres». También conviene tener presentes los métodos para localizar a sus víctimas por parte de los pederastas, que se sirven muchas veces de «anuncios para cuidar niños por horas». También Internet les ofrece varias herramientas para sus fines, como las webs, grupos de noticias, comunidades, foros o chats, desde donde primero intentan «ganarse la confianza de padres o tutores» y, después, «pasar al contacto real». En cuanto a los cibercafés y lugares públicos de acceso a Internet, el inspector jefe recuerda que «nadie les obliga a un control sobre las personas que los utilizan». A su juicio, tener algún sistema de supervisión (algo similar a los carnés de biblioteca, con su correspondiente registro de tiempo de uso) «sería útil» para detectar posibles actividades ilegales.