Un plan nacional controlará los contaminantes orgánicos persistentes
El Consejo de Ministros ha aprobado el Plan Nacional de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), que pone en práctica el Convenio de Estocolmo y en el que se contempla la creación de un Centro de Referencia en el Parque Científico-Tecnológico de Alcalá de Henares (Madrid), desde donde se centralizará toda la información referida a los COP en España, que cuenta con un presupuesto para este año de 450.000 euros. También se prevé una dotación de 500.000 euros para la vigilancia y seguimiento de las primeras acciones del plan. Los COP son compuestos químicos resistentes a la degradación, altamente tóxicos, se bioacumulan en tejidos de seres vivos y pueden ser transportados a grandes distancias de su lugar de origen, suponiendo, por ello, un grave riesgo para la salud humana y el medio ambiente de todo el planeta. Con este plan se espera que sirva a corto plazo para intercambiar información entre los distintos sectores que permita disponer de inventarios nacionales sobre descarga, emisiones, transferencias y presencia de estas sustancias. Junto a un diagnóstico exhaustivo de la situación de España, el documento incluye como líneas estratégicas de actuación, la determinación del comercio, uso y existencias de COP, un programa para su sustitución, la limitación de emisiones no intencionales, la gestión y eliminación de residuos con COP, programas de vigilancia, información y sensibilización, y medidas relativas a coordinación, cooperación y asuntos financieros. Para el desarrollo del plan se cuenta con un Grupo de Coordinación compuesto por un Grupo Director (unidad ejecutiva formada por las Comunidades Autónomas y la Administración del Estado) y un Grupo Técnico (representantes de la comunidad científica, Ong, sectores industriales y de la administración). Éste a su vez se ha subdividido en seis grupos de trabajo que responden a las prioridades identificadas para la elaboración del Plan Nacional. El Convenio de Estocolmo tiene por objeto eliminar las sustancias químicas más peligrosas. Son 12 las que presentan mayor peligro para la salud y el medio ambiente e incluyen plaguicidas (aldrin, dieldrin, clordano, DDT, endrin, heptacloro, hexaclorobenceno, mirex y toxafeno) y sustancias químicas industriales (hexaclorobenceno y los bifenilos policlorados).