Será una instalación temporal y conservará los procedentes de la central de Zorita
España almacenará al aire libre los residuos de alta actividad radiactiva
Tendrá una vida de 60 años y supondrá una inversión de más de 600 millones de euros
A pesar del acuerdo alcanzado por el Congreso de los Diputados en el que se reclamaba la construcción del un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de los residuos nucleares de alta actividad, el Gobierno se ha decantado por la puesta en marcha del primer Almacén Temporal Individualizado (ATI) al aire libre, en el que se guardarán los procedentes de la central de Zorita, cerrada el pasado mes de abril. La autorización para su construcción ha sido concedida a Unión Fenosa y supondrá un coste de 4,5 millones de euros. La instalación deberá estar concluida en dos años y consiste en una plancha antisísmica de hormigón de un metro de espesor y 460 metros cuadrados sobre la que se depositarán 16 contenedores blindados en los que se guardarán los residuos radiactivos. Se construirá, además, una doble valla de seguridad de cuatro metros de altura y otra exterior de protección radiológica. En cuanto al ATC, cuya ubicación debería haberse decidido antes de finalizar el año pasado, con el fin de cumplir los plazos previstos (deberá estar operativo en el año 2011), se ha aplazado su construcción hasta después de mayo. Estará formado por un edificio de 300 metros de largo, 80 de ancho y 25 de alto, a prueba de explosiones, terremotos, inundaciones e impacto de aviones, en el que la basura radiactiva se conservará en cápsulas metálicas rodeadas de hormigón y ventiladas mediante unas enormes chimeneas que alcanzarán una altura de 45 metros. Tendrá una vida de 60 años y supondrá una inversión de 600 millones de euros, a los que hay que añadir otros 50 del centro tecnológico, adjunto al mismo, en el que se investigará sobre gestión de residuos radiactivos e impacto ambiental. Contará, además, con un edifico auxiliar para personal, equipos de ventilación, alimentación eléctrica y control informático de la instalación. En el ATC se almacenarán, de momento, las 3.300 toneladas de residuos atómicos que se encuentran en grandes piscinas ubicadas en las propias centrales y las 400 enviadas a Francia en 1989 y que regresarán antes de cuatro años, a las que se añadirán las 4.500 toneladas procedentes del resto de las centrales una vez concluida su vida útil. Los residuos nucleares quedarán confinados en cápsulas metálicas a prueba de fugas dentro de unas bóvedas de hormigón de gran espesor, con entradas y salidas de aire, para evitar las emisiones de rayos gamma. Seguir investigando Los residuos nucleares son la asignatura pendiente de la industria nuclear a los que los científicos siguen buscando soluciones para reducir su radiactividad. Se estudia el reprocesamiento del material para convertirlo en un nuevo combustible para los reactores de cuarta generación, o su transmutación, es decir, transformarlos en residuos de baja o media actividad mediante un proceso químico y nuclear que rompa los isótopos de larga vida utilizando chorros de neutrones. Además, las últimas investigaciones no son nada optimistas porque un reciente estudio realizo en Reino Unido concluye que los bidones en los que se almacenan, que están forrados por un compuesto cerámico especial (silicato de zirconio) no soportarán el bombardeo de átomos de plutonio y se desintegrarán en un plazo de 1.400 años, muy lejos de los 250.000 años necesarios para que la radiación letal se desactive completamente.