La UE declara por primera vez obligatorias las energías limpias

El 20% de la energía que consuman los ciudadanos europeos en el año 2020 deberá provenir de fuentes limpias y renovables, como la eólica, la hidroeléctrica o la energía solar. Ese es el acuerdo que ayer alcanzaron en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, que se comprometieron además a que, en esa misma fecha, al menos el 10% del combustible que quemen los vehículos particulares e industriales de Europa proceda de biocombustibles que contribuyan a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2). La opinión pública y las asociaciones ecologistas llevan lustros escuchando a los políticos europeos hacer promesas sobre la batalla contra el cambio climático. Pero esos líderes nunca se habían comprometido públicamente a obligarse con medidas como las que adoptaron ayer. Es cierto que la estrategia acordada en Bruselas podría ser mucho más ambiciosa (el uso de renovables está hoy en el 7%, y el pacto no contempla qué pasará si no se llega al 20%), pero no lo es menos que permite a la UE lanzar un mensaje muy serio sobre su compromiso con la lucha contra el calentamiento del planeta. Liderar el debate «No sólo en Estados Unidos, sino también en los países en vías de desarrollo, hay hoy una mayor sensibilidad sobre estos temas. Tomamos esta decisión para liderar ese debate», aseguró la canciller alemana, Angela Merkel, quien recordó que la UE ha asumido formalmente la decisión de recortar en el 2020 al menos un 20% sus emisiones de CO2 con respecto a las cifras de 1990, y que está dispuesta a llegar al 30% si el resto de países desarrollados aceptan esa tasa. Lo que los jefes de Estado y de Gobierno no han decidido es cómo se repartirá el esfuerzo en energías limpias, tarea que corresponde ahora a la Comisión, que deberá consultar a cada uno de los socios para cuadrar las cuentas de forma que la media final de los Veintisiete sea al menos del 20%. En ese sentido, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró dispuesto a elevar el porcentaje español para cubrir el hueco que puedan dejar otros países, como los nuevos socios del este, cuyas economías aún no están preparadas para asumir ese margen, o como Francia, cuya apuesta por las centrales nucleares la deja en desventaja con respecto a las fuentes alternativas. «España es un país puntero en energías limpias y apostamos por seguir investigando y desarrollando fuentes renovables como la eólica, en la que, junto a Alemania, estamos a la cabeza de la UE», aseguró Zapatero. El presidente recordó además que el plan español de emisiones acaba de recibir el visto bueno de la Comisión Europea, y que en el 2006 se frenó por primera vez el incremento de la contaminación por CO2 y se situaron bajo la media comunitaria las tasas de polución por habitante en España. Eficiencia energética Por otro lado, el Consejo Europeo también ha instado a la Comisión a preparar cuanto antes propuestas legislativas sobre eficiencia energética que contemplen el ahorro obligatorio de electricidad tanto en los sistemas de alumbrado público, que deberán adoptarlos antes del 2008, como en las indus-trias y en los hogares particulares, que deberán utilizar exclusivamente bombillas de bajo consumo a partir del 2009. En cuanto a la energía nuclear, los Veintisiete han saludado el papel de las centrales a la hora de garantizar el suministro energético y reducir las emisiones de CO2, pero reconocen que apostar o no por ellas es una decisión soberana de cada país. En ese sentido, recomiendan a los gobiernos interesados que celebren «un amplio debate» sobre seguridad y gestión de residuos radiactivos, una materia en la que también se han comprometido a apoyar las inversiones en I+D.