Garantizar el suministro y prevenir los grandes apagones

Una de los mayores preocupaciones de la UE es cómo garantizar la seguridad del suministro de gas, petróleo y electricidad, especialmente tras las crisis sucesivas de los gasoductos rusos, el alza de los precios del crudo y los grandes apagones eléctricos que se han sufrido en los últimos años. Mientras para los países del norte los aspectos relacionados con el gas y el petróleo son los más relevantes, España ha dejado claro que su problema tiene mucho que ver con la interconexión de las redes eléctricas, que en la actualidad la mantienen en un arriesgado aislamiento eléctrico del resto de Europa. «Para los franceses la seguri-dad energética significa energía nuclear, para los polacos y los alemanes el problema es Rusia, pero para España la seguridad energética significa estar interconectada y disponer de un mercado europeo de la energía abierto y competitivo», aseguran fuentes diplomáticas españolas. 10% de interconexión En el 2002, los quince países que componían entonces la Unión Europea se fijaron de plazo hasta el 2005 para lograr que al menos un 10% de sus redes eléctricas y de gas estuvieran conectadas, para garantizar que se puede comerciar libremente con la energía enviándola de un país a otro. Ese objetivo se incumplió, y los Veintisiete han decidido darse un nuevo plazo hasta el 2010.