El ministro quiere seralcalde

Como Jesucristo, es crucificado en Viernes Santo, hoy es el cura del pueblo y pronto puede ser el alcalde, con lo que cambiará el sermón por el mitin, el hábito por la vara de mando, el altar y la sacristía por los plenos y pasará de administrar la comunión y confesar a conceder licencias y aprobar mociones. Y es que el párroco de Cómpeta (Málaga), José Luis Torres Gutiérrez, de 37 años, es un hombre polifacético que será el candidato del Partido Popular (PP) a la Alcaldía de esta localidad de 3.500 habitantes en las elecciones del próximo 27 de mayo; que creó un coro rociero que tiene un disco en el mercado y que se crucifica en una representación de la Pasión en la que es Jesús. Todo un showman es como lo califican algunos que lo conocen, y afirman que sube al escenario en todas las fiestas y canta, de hecho hace cinco años que creó el coro Almijara, en el que participa y con el que ensaya, y organizó musicales con sus fieles. Su figura se la han disputado partidos políticos de muy diverso signo como codiciado cartel electoral, dicen que todos, aunque él ya ha tomado su la decisión, que no se prevé anunciar hasta pasada la Semana Santa, en la que aumenta la actividad eclesiástica. Sin embargo, esta decisión ya ha trascendido y se considera un asunto cerrado en esferas políticas, por lo que estará en campaña electoral en el mes en el que tradicionalmente se celebran las primeras comuniones. Él siempre representa a Jesucristo en la escenificación de la Pasión que él impulsó y se hace en el pueblo desde 2000, aunque ha confesado que desconoce si volverá a meterse en ese papel. La historia de rivalidad de don Camilo y Peppone, el párroco y el alcalde comunista de un pueblo italiano llevados al cine, se modifica en esta ocasión, ya que en este caso ha sido el propio alcalde de Cómpeta, Leovigildo López, del PP, quien anunció que no volverá a presentarse como candidato tras 16 años en el cargo y propuso que aspirara a la Alcaldía por su partido el párroco. Éste sigue con sus misas, aunque hace unos días tuvo que parar la liturgia para pedir la salida de la iglesia de una cámara de televisión de las muchas que se han desplazado a esta pequeña población atraídas por su curiosa historia. Un cura moderno Además de bodas, funerales, bautizos, misas e impartir catequesis en su actividad pastoral, este párroco de tres pueblos (Cómpeta, Canillas de Albaida y Archez) está en otras muchas actividades y también ha sido profesor de instituto. La parroquia de Cómpeta, donde lleva ocho años y es su primer destino, tiene página web y a su iglesia le concedió el Papa, de forma extraordinaria, celebrar el Año Jubilar para conmemorar los 500 años de su construcción, distinción que sólo tenían cuando se pidió dos ciudades españolas más, Santiago de Compostela y Caravaca. Este párroco, nacido en Ronda (Málaga), aseguró hace tiempo que Cómpeta era »l pueblo más religioso de la comarca de la Axarquía» con mil vecinos que acuden cada fin de semana a misa. Tras conocerse la intención de este cura de saltar a la arena política, el Obispado de Málaga advirtió de que los clérigos tienen prohibido ejercer como cargos públicos con responsabilidad civil, según el Código de Derecho Canónico, y que la «desobediencia implica la suspensión del ejercicio de sus funciones sacerdotales, aunque siga siendo sacerdote», condición que no se pierde. El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, aseguró que un cura puede asumir ese cargo sin dejar el ministerio sacerdotal, «sólo en caso de necesidad» y si lo autoriza el obispo, y que para ser alcalde u ocupar un cargo público «no hace falta salirse de cura ni dejar el ministerio, en absoluto». Al cura de Cómpeta lo anima a esta aventura el sacerdote y ex alcalde de Cártama (Málaga) José Escalona, que fue párroco en el franquismo.