Una plegaria para tanta pena

Con 32 cirios encendidos se presentó ayer la Semana Santa de León delante de la Virgen del Camino para ofrecer el homenaje de las hermandades, cofradías y administraciones a la patrona de la Región Leonesa. «Desde Carrasconte hasta los Remedios. Desde La Piedad hasta Manzaneda. Desde la Encina a Corona. Desde La Zarza al Buen Suceso. Desde Gracia al Manadero. Desde Los Dolores a Velilla. Desde La Majestad hasta la Blanca. Desde Las Angustias hasta Camposagrado. Y desde el Mercado hasta el Camino», se entonó en el santuario como muestra de agrupamiento en torno a la «Virgen del Camino/ Reina y Madre/ del pueblo leonés». El paso ceremonial de las damas y caballeros de la plegaria con sus cirios encendidos por el pasillo central del templo, frente a cuyo altar reposaron durante toda la ceremonia, precedió a la santa misa, en la que Miguel Ángel del Río González, rector del santuario, llamó a los fieles a seguir el camino de las virtudes cristianas en el tiempo de Pasión que ya se anuncia, con el respeto y el recogimiento debido. En el segundo acto de la celebración, el alcalde de la capital leonesa, Mario Amilivia, leyó la plegaria literaria, frente a un santuario abarrotado por los leoneses, que demostraron una vez más su fervor y devoción a la imagen de la Virgen del Camino, protectora del pueblo de León. Con los dos primeros trechos cubiertos, el Grupo San Pedro del Castro, de Puente Castro, realizó la plegaria musical, en la que conjugaron «El Ayer y el Hoy de la Semana Santa Leonesa». Un ejercicio de mimo etnográfico en el que quedó patente el carácter mas tradicional del acto, encuadrado en la labor de los integrantes del colectivo cultural leonés. Su música no fue la única que acompaño la plegaria a la Virgen del Camino. La Agrupación Musical del Santo Sepulcro-Esperanza de la Vida llenó de sonidos de tambores y cornetas el templo para hacer más evidente la necesidad del silencio y el penar que acompañarán los días venideros. León camina hacia la Semana Santa. Un año más, como hace ya siglos.