Pillando pedal
SI EL AGUA no tiene nada y la bendicen, ¿qué no tendrá el vino cuando lo consagran y, tomado como sangre, se convierte en transfusión espiritual y comunión universal?... Bueno, pues la cerveza resulta ser también sacrosanta, porque se la han hecho beber durante un tiempo largo (se estudiaban sus efectos) a la reverendas enclaustradas de rigor en tres monasterios leoneses, y dice la doctora Valls, una de las directoras de esta investigación, que la bebida, con alcohol o sin él, es la releche nutritiva, es pomada en las entrañas y lamina el colesterol cosa guapa. Por el momento no van a poner el botellín en una peana del retablo ni le van a hacer novenas a la litrona, pero por ahí van los tiros y el hisopo. Buenísima la cerveza; y antioxidante; cojonuda para las patologías inflamatorias y cardiovasculares; la lupulina aromatizante es la órdiga y los óxidos de su fermentación hacen fiesta bailada con la enzimas en las cañerías del cuerpo. Esto dice el estudio, que debe ser no poco exahustivo y fiable, pues se desarrolló a lo largo de cuatro años en los tres conventos leoneses (las dueñas del San Miguel berciano, las benedictinas de Carrizo y las Carbajalas de esta villa) bajo los auspicios de la sociedad española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. La cosa se traduce en que lo correcto para los varones sean tres cañas al día (dos en las mujeres, que aquí verán su paridad menoscabada, y será por algo, pues no es sospechosa la doctora Valls, vindicadora de la mujer y su papel). Pues a beber cerveza, hala, a inflar el bandullo tripón, a empadronarse en el barril. A esa cerveza le van a coger renovadas tirrias los vinateros y viticultores al ver cada vez más difícil el pulso que cada año pierden más fácilmente frente a la espumosa jarra. ¡Jefe, dos birras más!... Y, después, vengan riojas, riberas o mencías, pues también dicen los médicos que el vino es para la salud aún más requetecojonudo y antioxidante que la cerveza. Vaya, qué bien. Añádase a estos estudios que célebre investigador de la vacuna contra la malaria Elkin Patarroyo asegura que hay que tomarse al día al menos dos gintonics, y ya estaremos todos en el umbral de un pedo catedralicio; pero saludable, pillando pedal. ¿Por eso harán un botellódromo en esta ciudad?... Que vayan a montarlo en un viejo solar de desguaces tiene su coña profética.