«Si los antiguos resucitasen, no lo?creerían»

Manuel Domínguez Martínez es un onubense de 93 años que puede presumir de una voz juvenil y dulce. Acaba de leer su tesis doctoral sobre la evolución económica de España en el siglo XX ante un tribunal formado por sus propio s alumnos -fue decano de Económicas en Huelva-, y ha recibido la nota que merecía: sobresaliente cum laude. -Empezó el doctorado en los setenta y lo termina ahora. ¿No encontró tiempo en medio? -Yo tenía la tesis que había hecho cuando estudié intendente de comercio y, aunque la empecé, no tenía mucho interés en terminarla . -¿Cuánto tiempo le llevó prepararla? -Dos años. -¿Se dedicó completamente a la tesis? -No. De hecho, mientras se estaba preparando, en la imprenta y esas cosas, terminé un libro que se titula Si los antiguos levantaran la cabeza . -¿Y qué cree usted que verían? -Si los antiguos resucitasen, no lo creerían. Desde que recuerdo, todos los años se ha prosperado; la vida no ha tenido nunca marcha atrás. Fíjese que yo me acuerdo de la gripe del 18 y recuerdo que era muy pequeño y mi familia no me dejaba bajar a la calle, en Paterna, un pueblo cerca de Sevilla, pasaban los entierros con el féretro solo, sin acompañantes, que temían contagiarse. En otra ocasión contaban la historia de un campesino que ganaba 1,10 pesetas al día y se murió de un infarto al mediodía. Cuando su mujer fue a recoger el dinero le dieron 55 céntimos, la mitad del jornal. Después de la guerra llegó la epidemia que llamábamos del piojo verde, que era tifus... -¿Cómo ve el futuro? -Bien, pero hay que mirar a Asia. Ahí está China, con un crecimiento anual del 10%, cuando Occidente se ha quedado en el 3%.