El 25 por ciento de la mortalidad está relacionada con factores ambientales
Durante la Conferencia Internacional de los Servicios Meteorológicos, Climáticos e Hidrológicos, recientemente celebrada en Madrid, se han presentado datos sobre la relación entre los factores ambientales y los índices de mortalidad comprobándose, que cuanto mayor es el desarrollo de un país menores son los riesgos debidos a los factores ambientales. Sin embargo, hay riesgos ambientales que no conocen fronteras y afectan por igual a todos los países. Según un informe reciente de la OMS, el 25% de la mortalidad está relacionada con factores ambientales. En niños de menos de 14 años esta cifra se eleva a un 33%. Por ejemplo, la malnutrición es responsable de 3,7 millones de muertes anuales, la diarrea de 1,8 millones anuales, la malaria de 1,1 millones. Estas tres enfermedades son críticas para la OMS y todas son muy sensibles al clima, en particular a las condiciones de temperatura y precipitación. Cualquier sistema estable que ayude a predecir cambios climáticos mejorando la información meteorológica tiene un impacto positivo en la salud, por ello es necesario que ambos sectores, meteorológico y sanitario, trabajen juntos para definir la información y productos más adecuados para el sector de la salud. En la conferencia también se han presentado algunos de los proyectos dentro de la iniciativa Grupo de Observación de la Tierra (GEO, por sus siglas en inglés), con la que se pretende establecer un marco en el que se favorezca el intercambio de datos basados en la observación de la Tierra. Uno de ellos, desarrollado en España, es el proyecto de avisos sobre entradas de polvo y arena del desierto, de interés en salud, clima, meteorología, química atmosférica y transporte en relación con la visibilidad. Aunque el papel de GEO no está totalmente enfocado en materia de salud, existen ejemplos de proyectos particulares orientados a estas necesidades de la sociedad. Por ejemplo, el sistema de avisos sobre meningitis en los países africanos, basado principalmente en la asociación a condiciones ambientales (aire particularmente seco y polvoriento). En relación con la agricultura, se ha debatido durante las jornadas la utilización de los servicios meteorológicos para la optimización de los rendimientos agrícolas. El reto de la calidad del agua, incluyendo la gestión de nutrientes, la previsión de erosión del suelo por arrastre o la gestión del drenaje hídrico, son aspectos que necesitan de datos procedentes de los servicios meteorológicos e hidrológicos.