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Denuncian que el 27% de los ancianos dependientes que viven en residencias son inmovilizados

El 5% de los mayores de 65 años recibe malos tratos en sus casas Mujer, mayor de 75 e impedida El presidente de la Confederación de Mayores reclama más recursos para la Ley de Dependencia

Asociaciones de pensionistas alertan de que las vejaciones familiares suelen quedar sin denunciar

En España hay más de siste millones de mayores de 65 años, y la tendencia es a que cada vez haya más

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El cinco por ciento de los mayores de 65 años en España sufre malos tratos en su hogar, situación que afecta a 10.000 hogares, dato que sólo refleja «la punta del iceberg», dijo ayer el portavoz de la Asociación de Mayores y Pensionistas Pablo Iglesias, Salvador Guirado Tamayo. Así lo manifestó Guirado durante su comparecencia, junto al presidente de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, Luis Martín Pindado, en la Comisión no permanente de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo, a propuesta del Grupo Parlamentario Socialista. El abuso y maltrato en el ámbito familiar es especialmente «duro» debido a la intensidad y la intimidad en las relaciones, situaciones que generan conflictos más «apasionados». En familia, los mayores llegan a sufrir situaciones de «cautiverio» que quedan escondidas de la luz pública porque el hogar representa la esfera más privada de la vida y lo que ocurre en su interior se silencia. Sin embargo, el abuso y maltrato de los mayores también se produce en el ámbito institucional. Como ejemplo, Guirado se refirió a que hoy se inmoviliza al 27 por ciento de ancianos dependientes que viven en residencias, hecho que «también se silencia», porcentaje que en Estados Unidos no llega al 15 por ciento; en Noruega es del 2 por ciento y en Japón se sitúa en el cero. Además, frente a la práctica de otros países, en las residencias españolas es donde se usan más psicofármacos para la atención de los mayores. A esta situación se une el silencio «que parece interesar» para que el maltrato a mayores no tenga eco social y, como ejemplo, citó que del total del maltrato que reciben los mayores en las urgencias hospitalarias, sólo se conoce entre un 8 a un 9 por ciento. Guirado dijo que, según la Organización Mundial de la Salud, hace 30 años todas las sociedades negaban la violencia infantil y contra las mujeres y hoy ya hay leyes que protegen a ambos colectivos y, en este sentido, añadió que en España actualmente hay un «paralelismo serio» con respecto a la situación de los mayores. Tanto Guirado como Martín Pindado hicieron hincapié en la escasa publicidad que se da al maltrato, lo que ayuda a que la situación permanezca y ambos manifestaron que no existe organismo, medio de comunicación o colectivo que denuncie el maltrato de forma sistemática, un silencio del que «todos somos responsables». La situación en España es especialmente grave porque no hay conciencia de la «gravedad y la urgencia» del problema. Según Martín Pindado, los malos tratos son contrarios a la Constitución en cuanto que en muchos casos a los mayores se les niega el acceso a determinadas pruebas sanitarias, se les viola la correspondencia en las residencias, se les interna en contra de su voluntad, se les falsifican documentos y firmas o están en manos de cuidadores no profesionales. El perfil de la víctima es mujer de más de 75 años, impedida, con deterioro físico o mental que, en el 73 por ciento de los casos convive con su agresor, «y cinco de cada seis casos no saldrá a la luz». El presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma), Eduardo Rodríguez Rovira, considera que la Ley de Dependencia es «raquítica financieramente» y no tiene voluntad política porque presenta «cifras ridículas». Rodríguez Rovira expresó esta opinión durante la presentación del VIII Congreso Nacional de Organizaciones de Personas Mayores, que se celebra el 23 de abril, coincidiendo con el quinto aniversario de la II Asamblea Mundial del Envejecimiento, en la que se establecieron recomendaciones a los países para afrontar esta situación. Para el presidente de la confederación de mayores, la Ley de Dependencia «es un paso importantísimo» pero establece «unos baremos demasiados estrictos porque no hay dinero y así no puede haber buena calidad» de los servicios. Explicó que los 4.400 millones de euros asignados por el Gobierno para la aplicación de la ley este año «puede parecer una cifra importante», aunque -según Rodríguez- es el 0,3 del PIB, cuando en la mayoría de los países de Europa se destina entre el 1,5 y el 1,6 por ciento. El presidente de la confederación de organizaciones de mayores lamentó que los partidos políticos no coloquen en sus listas a personas con más de 65 años y que muchas empresas planteen prejubilaciones a partir de los 50 años. Se trata de algunas de las discriminaciones contra este colectivo que serán analizados en el congreso, al igual que la situación de estas personas en el entorno rural, respeto al medio ambiente o la pobreza. El país más envejecido En España hay más de siete millones de personas mayores de 65 años (el 17 por ciento de la población) y se espera que para el año 2050 se eleve hasta el 30,8 por ciento, por lo que podría convertirse en el país más envejecido del mundo después de Japón, según un estudio de la OMS. Por ello, la Ceoma estima que los países deben cumplir los planes previstos en 2002, que recogían los problemas de los mayores así como las recomendaciones de la ONU. En este sentido lamentó que no se haya creado todavía en España un Comité Nacional sobre el Envejecimiento, en el que estén representados los principales sectores implicados.

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