Nombres propios

LA RIQUEZA de una lengua se sustancia en la fineza del insulto y en los otros nombres con que se llama a la misma cosa. Luis Ignacio Parada me envía una relación sugestiva de su acopio, los mil nombres del tonto , insultos antiguos : ablandabrevas, abobado, adoquín, arracacho, atropellaplatos, babanco, babieca, babilón, baboso, bambarria, barbitonto, bato, bausán, beocio, besugo, bobalías, bobarrón, bobatel, bobo, bobote, borde, boto, bruto, bucéfalo, calilo, calzonudo, melón, memo, mendrugo, menguado, menso, mentecato, merluzo, molondro, múcura, mudo, muérdago, noneco, obtuso, otario, panarra, papirote, pavisoso, pavitonto, peal, pendejo, percebe, porro, poste, premioso, puto, salame, salamín, samarugo, sanano, simple, simplón, suato, tarado, tardo, tarugo, tocho, tolete, tolondrón, tontarrón, tontera, tontiloco, tontivano, tontucio, tordo, torpe, trompo, tupido, yegua, zamacuco, zamarro, zángalo, zolocho, zompo, zonzo, zopenco, zorimbo, zote... Gran riqueza sí parece, pero no toda, pues añadía Parada otra relación en solapa: aborto, abrebocas, aladroque, almacántaro, apañatundas, archiganzúa, badulaque, bajamanos, barbilindo, barbilucio, barragán, boquimuelle, brincatapias, bufón de clerecía, buzón, cagapoquito, calvatrueno, camote, cantimpla, capirote, capullo, cazurro, cebollino, cenutrio, ceporro, cerrado, cipote, cojudo, cretino, chango, chorra, desorejado, estulto, estúpido, falto, fatulo, fuñique, ganso, gaznápiro, gilí, gilipollas, guajolote, guanaco, harón, idiota, insensato, lerdo, lila, lipendi, madero, mamacallos, mameluco, mastuerzo, carlancón, chiquilicuatro, chisgarabís, chocholo, chuflita, churubito, ciquiribailes, correlindes, currucato, espantanublados, estevado, fifiriche, filipichín, follapavas, gachón, galafate, gollofero, gallopín, giliflautas, gilimursi, gofo, golilla, gomoso, hurgamandero, indio, majagranzas, mamacallos, mamahuevos, mentecato, miramelindo, panzasverdes, papamoscas, pelagatos, perigallo, petardista, petimetre, pinchaúvas, robaperas, saltavigas, sansirolé, soplapollas, tarambaina, tiralevitas, tontipavo, trincaleches, tumbaollas, zampapalo, zampatortas, zangolotino, zanguango, zurriburri... Se han traído aquí estos nombres propios; los apellidos tendrás que ponerlos tú.