Diario de León

La Junta destina a la gestión forestal el 7% del presupuesto, más del doble que la media

La lucha contra el fuego pasa por labores preventivas en el monte Centro para la Defensa contra el Fuego

Su integración con las labores de extinción es la clave para minimizar sus efectos

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Miguel J. Tré - león
León

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Con el objetivo de revisar los fundamentos básicos de la lucha contra incendios, la Consejería de Medio Ambiente ha organizado en las localidades palentinas de Carrión de los Condes y Saldaña la cuarta edición (tras las celebradas en León, Ávila y Zamora) de unas jornadas dirigidas a los profesionales de los medios de comunicación. En esta ocasión, los participantes pudieron profundizar en su problemática, participar en prácticas de campo y conocer la planificación, ejecución y resultados de los trabajos de prevención. Durante el acto inaugural, el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, indicó que esta iniciativa pretende que los ciudadanos de Castilla y León tengan la mejor información posible, transparente y objetiva en materia de incendios. Afirmó, además, que «la lucha contra el fuego es una prioridad para una comunidad eminentemente forestal como la nuestra, que integra prevención y extinción, lo que permite mayor rentabilidad y eficacia, ya que las cuadrillas forestales trabajan durante todo el año limpiando los montes para reducir el combustible». Recordó, además, que somos la comunidad que más invierte en gestión forestal, el 7,08% del presupuesto, muy por encima de la media española, que es del 3,41%». Manejo del combustible Las actuaciones preventivas, además de ser importantes para enfocar de manera integral la lucha contra incendios ayudan a aumentar el grado de seguridad. Sus objetivos pasan por minimizar el número de siniestros y que no sean intensos, extensos ni peligrosos. Con el llamado «manejo del combustible» se pretende su disminución, crear áreas de discontinuidad horizontal, evitar la continuidad vertical, proteger masas singulares y eliminar motivaciones. Para ello, se realizan desbroces (4.000 hectáreas al año), quemas controladas, tratamientos silvícolas (claras, cortas de mejora o entresacas que suponen 25.000 hectáreas anuales), fajas auxiliares (proteger los bordes e incrementar la seguridad), y se construyen infraestructuras (puntos de agua, cortafuegos). Esta preparación del terreno permite tener puntos de apoyo para realizar la extinción, vías de acceso o de escape y zonas donde la menor carga de combustible aumenta la seguridad en el ataque. El consejero recordó que Castilla y León apuesta por la prevención y que «para este año, la inversión en la defensa del monte se incrementa un 11% respecto al año pasado al pasar de 70,1 a 77,8 millones de euros. Tenemos la mejor proporción de España en cuanto a inversiones en este campo destinando dos de cada tres euros a trabajos de prevención y, el resto, a extinción». Las estadísticas de los últimos quince años reflejan que el 71% de los incendios se deben a causas agroganaderas, el 16% a accidentes (ferrocarril, cosechadoras, vertederos), el 8% a rayos, el 3% a la caza y el 2% restante a pirómanos. Para minimizar estas cifras, desde la Consejería de Medio Ambiente también se incide en la concienciación social y la investigación de causas. Con el fin de modificar el comportamiento de la población de zonas de riesgo, Castilla y León cuenta con el Plan 42, dirigido a 154 municipios de cinco provincias, en los que se produce la mayoría de los incendios. Se realizan programas de sensibilización, educación ambiental y de información directa a agricultores, ganaderos y escolares; se hacen tratamientos preventivos, se elabora material divulgativo y se realizan reuniones y charlas con colectivos y agentes sociales para conseguir el compromiso de todos. Desde su implantación, ha contado con la asistencia de más de 10.000 alumnos. También se cuenta con las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales cuya actividad también incluye labores de concienciación para hacer ver que hay alternativas a los incendios (desbroces, quemas controladas, planes silvopastorales) y que el daño que se hace al medio natural es irremediable (pérdida de terreno, de biodiversidad, erosión). Se trata de una iniciativa de la Consejería de Medio Ambiente destinada a impulsar actividades de formación, estudio, investigación aplicada, comunicación y educación ambiental en incendios forestales. Ubicado en la ciudad de León, desde el año 2003 se han realizando 532 cursos formativos, de los que se han beneficiado 8.300 profesionales como agentes medioambientales y forestales, ingenieros de montes, técnicos forestales, peones de cuadrillas terrestres y vigilantes de incendios. A ellos se los cerca de 2.000 que participarán este año en 89 actividades formativas. Además, el Centro para la Defensa contra el Fuego desarrolla un programa educativo con el que se pretende concienciar a los ciudadanos sobre la problemática de los incendios forestales contando, como principal recurso, con una exposición temática permanente denominada «Aula del Fuego». Ahora, con el lema «Que no arda nuestro futuro», la muestra se convierte en itinerante para acercarse a toda la población. A través de dieciséis paneles, una maqueta y un interactivo, se invita a conocer el valor de los bosques, a reflexionar sobre la lacra que suponen los incendios y sus consecuencias, y a revisar qué se puede hacer para evitarlos.

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