Polémico almacenamiento del CO2

as medidas que propone el IPCC cuentan con el apoyo de los ecologistas, encabezados por Greenpeace. Sin embargo, hay dos puntos con los que no están de acuerdo: la energía nuclear y el del almacenamiento de CO 2 . A las ya conocidas razones en contra de la energía nuclear se suman ahora las dudas, cuando no quejas, por el almacenamiento del dióxido de carbono. Ésta es una tecnología aún experimental que consiste en capturar las emisiones de grandes instalaciones industriales y enterrarlas o llevarlas al fondo del océano, y podría contribuir a reducir las emisiones en 20 años. Greenpeace se opone a mantener los esfuerzos en este campo porque se debilitan las regulaciones sobre vertidos de residuos al mar; se continúa con la financiación creciente al sector de los combustibles fósiles a costa de la eficiencia energética y de las energías renovables; y se estancan éstas últimas. Además, el almacenamiento de CO 2 tiene riesgos, como cuánto tiempo puede mantenerse, qué sucedería si hay una fuga y cómo se va a controlar un depósito si está situado en el fondo del mar. Solucionar estas dudas supondrá, según Greenpeace, demasiados años de investigación.