La contaminación también está relacionada con el aumento de ingresos cardiovasculares
Aunque se ha comprobado que la polución atmosférica contribuye al efecto invernadero, cada día son más los estudios que demuestran que la contaminación provocada por el sector automovilístico causa más víctimas que las producidas por los accidentes de tráfico y que está muy relacionada a corto plazo con diversas patologías cardiorrespiratorias. Una investigación elaborada el pasado año con los datos recogidos en 13 ciudades españolas demuestra la estrecha relación entre la presencia de determinados niveles de sustancias tóxicas en la atmósfera, procedentes principalmente de la combustión de combustibles fósiles (monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas en suspensión) con patologías coronarias y vasculares. Dentro del proyecto Emecas (Estudio Multicéntrico Español de los Efectos a Corto Plazo de la Contaminación Atmosférica en la Salud), que valora la relación entre polución y salud, se analizó el aire de esas ciudades (Barcelona, Bilbao, Cartagena, Castellón, Gijón, Huelva, Madrid, Oviedo, Sevilla, Valencia, Vitoria, Vigo y Zaragoza) y se comprobó que con sólo dos días con altos niveles de contaminación atmosférica suponían un incremento de la mortalidad superior al 1%. En un nuevo trabajo de Emecas se ha estudiado la relación entre polución e ingresos hospitalarios cardiovasculares (uno de los aspectos menos investigados) y demostrado que aumentos de 10 microgramos por metro cúbico de los niveles de partículas PM10, es decir, de 10 micrómetros de diámetro (1 micrómetro es 1 milésima de milímetro) provocan un incremento del 1% de ingresos por causas cardiovasculares. Se investigó, igualmente, la contaminación fotoquímica, es decir, la procedente de la reacción entre hidrocarburos y óxidos de nitrógeno en presencia de la luz solar intensa e incremento de temperatura. Los autores de la investigación aseguran que el ozono troposférico es el componente más tóxico de esta mezcla y su exceso provoca un descenso de la función pulmonar y agravamiento de asma, especialmente en quienes padecen problemas respiratorios. Además, se ha comprobado que con aumentos de 10 microgramos de ozono suponen un incremento del 0,7% de ingresos hospitalarios. Las partículas en suspensión se han convertido en la mayor preocupación de los expertos ya que llegan fácilmente al sistema respiratorio.