Los cambios ambientales, las enfermedades y la contaminación son las principales amenazas
Más de 120 especies de anfibios han desaparecido en los últimos 25 años
En los países de Hispanoamérica se registra el mayor número de especies en peligro
En un estudio elaborado por Andrew Blaustein, de la Universidad de Oregón (Estados Unidos), se alerta sobre la alarmante velocidad a la que están desapareciendo los anfibios, la mayor en 100.000 años. En la investigación, cuyas conclusiones recoge la revista BioScience, se afirma que los cambios ambientales, la pérdida de hábitats, las enfermedades, la mayor exposición a los rayos ultravioleta (produce mutaciones y altera su inmunidad) y la contaminación son las principales amenazas de ranas, sapos y salamandras. El trabajo viene a confirmar el realizado por un equipo de más de 500 investigadores, coordinado por Simon Stuart, director de la Unidad de Evaluación de la Biodiversidad de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) en el que, tras analizar durante tres años la distribución y estado de conservación de las 5.743 especies de anfibios conocidas, concluye que 1.856 están en declive global. De ellas, 427 están en «peligro crítico», 761 «en peligro» y 668 clasificadas como «vulnerables» según la Lista Roja de UICN. Además, el 43% de las especies están en regresión, el 27% estable y menos del 1% en crecimiento. Desde 1980 se han extinguido al menos, 9 especies y otras 113 no han sido localizadas en estado salvaje durante los últimos años, con lo que podrían elevarse a 122 el número de extintas. Esto significa que la situación de los anfibios es mucho más dramática que las de las aves y los mamíferos, en las que la amenaza de extinción afecta al 12 y al 23% de sus especies, respectivamente. El mayor número de especies en peligro se produce en Hispanoamérica, con Colombia a la cabeza, con 208, seguida de Méjico (191), Ecuador (163) y Brasil (110). En América del Norte y del Sur, el Caribe y Australia, una enfermedad altamente infecciosa llamada «chytridiomycosis» ha afectado en gran medida a estos animales. Nuevas investigaciones realizadas por un equipo del CSIC apuntan como causa principal de la desaparición a una enfermedad infecciosa provocada por un hongo del grupo de los quitridios y relacionada con el cambio climático. El hongo causante incide sobre todo en especies de montaña que se reproducen en el agua. La misión científica incluye un estudio sistemático de especies en las vertientes amazónicas de los Andes en la región de Puno (Perú), de cuya fauna apenas se conocen datos. Indicadores ambientales En una tercera investigación, realizada en Costa Rica, también se afirma que detrás de la extinción de los anfibios está el calentamiento global. Se ha demostrado la relación entre la desaparición del 70% de las especies de la rana arlequín y el brote de un hongo patógeno (Batrachochytrium dendrobatidis) favorecido por las condiciones de calor. Los científicos sugieren que el cambio climático aumenta la formación de nubes en los trópicos, disminuyendo la temperatura diurna y aumentando la nocturna, ayudando a la expansión del hongo. Aseguran los expertos que estamos a tiempo de revertir la tendencia negativa y, para ello, proponen la creación de áreas protegidas, la cría en cautividad, un mayor compromiso por parte de la sociedad y la protección de los ecosistemas. Los anfibios dependen en gran medida del agua dulce y sienten la contaminación antes que otras formas de vida, lo que les convierte en los mejores indicadores de la salud ambiental. Por eso, y según se indica desde UICN, el hecho de que la tercera parte esté en declive refleja que se está produciendo una extinción potencialmente epidémica.