El Consejo de Europa advierte que hay prejuicios hacia musulmanes, judíos, gitanos y negros
Un informe alerta de la acentuación e infiltración del racismo en Europa
El racismo y la xenofobia se han infiltrado y acentuado en la sociedad europea por la teoría sobre el choque de civilizaciones y el miedo al terrorismo tras el 11-S, y por el endurecimiento de los discursos políticos contra la inmigración. Son dos de las principales conclusiones del informe anual de la Comisión del Consejo de Europa contra el Racismo y la Intolerancia (Ecri) que destacó su presidenta, la danesa Eva Smith Asmussen, en la presentación del documento ayer a la prensa en París. Smith Asmussen y la secretaria ejecutiva de la Ecri, la francesa Isil Gachet, se mostraron pesimistas sobre la situación del racismo y la xenofobia en Europa, cuya tendencia «no es muy prometedora», y alertaron sobre los «peligros» de «fomentar el antagonismo». Europa «va por el mal camino si olvida los valores humanos y la tolerancia en los que se fundamenta, y que hoy están amenazados», afirmó Smith, quien, además de alertar del racismo contra los inmigrantes y en la lucha antiterrorista, llamó la atención sobre los problemas que sufren los musulmanes, judíos, gitanos y negros. En el informe anual del 2006 de la Ecri se puede leer que está «muy preocupada por el clima negativo en la opinión pública» hacia esas minorías, y considera que éste está «alimentado por ciertos medios de comunicación y también por la utilización de argumentos racistas y xenófobos en el discurso político». Según Smith, esos discursos políticos, de los que ningún país de Europa está exento, son «tristes y lamentables» porque «refuerzan los prejuicios» y se aviva el miedo de la gente a que se «derrumbe» su sociedad o a perder su trabajo. Discurso político más radical El tono del debate político «no sólo se ha endurecido considerablemente sino que también hay una tendencia a estigmatizar a comunidades enteras, especialmente a los extranjeros», añade. En esos discursos, los inmigrantes son presentados «como los responsables del deterioro de las condiciones de seguridad, del paro y del aumento de los gastos públicos», según el documento. Los países europeos, con poblaciones cada vez envejecidas, olvidan que necesitan inmigrantes, apuntó Smith. Dijo que los inmigrantes, y sobre todo los musulmanes o de aspecto musulmán, son víctimas potenciales de actitudes racistas en la lucha antiterrorista por parte de los poderes públicos. «Es posible luchar contra el terrorismo combatiendo también el racismo», afirmó la presidenta de la Ecri, quien denunció además las «pequeñas discriminaciones racistas» que se producen de forma cotidiana en el supermercado o en las escuelas. En su opinión, hay «una relación directa» entre el racismo o el rechazo sufrido por los jóvenes de origen inmigrante y la decisión de algunos de ellos de enrolarse en el terrorismo.