«Impedir esto, es algo muy grave»
El teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, consideró hoy que el cierre de la parroquia de San Carlos Borromeo, situada en el barrio de Entrevías, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, es obra de una iglesia «fosilizada». Boff explicó que su visita al templo madrileño es una «peregrinación» para encontrar personas para las cuales «el Evangelio es vida y no un texto» y «un espacio donde los pobres son acogidos y respetados». El «gran reto» de la iglesia en la actualidad es «escuchar el grito de los pobres», insistió el teólogo brasileño, quien señaló que San Carlos Borromeo es un lugar de referencia para los pobres, drogadictos, indocumentados, enfermos de SIDA y perdidos. «Aquí se encuentra en su pureza el sueño de Jesús de que todos los seres humanos se traten como hermanos para formar una comunidad», dijo Boff, quien consideró que «impedir este ensayo evangélico es algo muy grave». Estimó que «hay que darle hegemonía a la realidad», pero reconoció que las autoridades del Vaticano «tienen miedo a la realidad porque ésta plantea desafíos que obligan a cambiar y ellos no quieren cambiar. Están fosilizados». «Lo que cuenta no son los edificios, sino las personas, las comunidades vivas de los que creen», añadió el ex sacerdote franciscano, quien expresó su apoyo a la parroquia de San Carlos Borromeo e hizo un llamamiento a la comunidad a «mantener la unidad», dado que «no hay que pedir licencia a nadie>