Los grandes ríos españoles quedarán enlazados por los caminos naturales

«Caminos Naturales-Vías Verdes. Su adecuación al desarrollo rural sostenible», es el título de una publicación elaborada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, resultado de un trabajo de investigación sobre el impacto que tiene la construcción de itinerarios no motorizados en la reactivación socioeconómica de las comarcas rurales por las que discurren. Carmen Aycart, directora del Programa Vías Verdes de la citada Fundación, destacó durante la presentación de la obra los beneficios para la población local de estos caminos naturales como la generación de empleo, afirmando, además, que son muchas las empresas interesadas en invertir en este tipo de iniciativas. Igualmente, anunció que a partir del próximo mes de octubre la segunda cadena de TVE emitirá nuevos capítulos de la serie «Vive la Vía». El Programa de Caminos Naturales (antes Vías Verdes) se viene desarrollando desde 1993 y consiste en dar un uso alternativo a aquellas infraestructuras en desuso (itinerarios históricos, vías pecuarias, senderos de ribera, líneas de ferrocarril, carreteras abandonadas) y convertirlas en rutas ecoturísticas por las que transitar a pie, en bicicleta o a caballo como medio de apoyo al ocio, a la educación ambiental y al turismo rural. Cuenta con un presupuesto de 384 millones de euros y alcanzará una longitud total de unos 16.000 kilómetros. El objetivo es enlazar los grandes ríos españoles con itinerarios de gran recorrido, superior a 300 kilómetros, que faciliten tanto el acceso a centros de interpretación y elementos básicos de los espacios naturales (parques nacionales y naturales, Red Natura 2000) como conectar con las rutas histórico-culturales o turísticas existentes (Camino de Santiago, Ruta del Quijote). Al término del año pasado, existían 1.334 kilómetros de caminos naturales-vías verdes en todo el territorio nacional, 1.621 en ejecución y 2.638 en estudio. Se pretende inaugurar el próximo año el Camino del Ebro, que conectará el Delta del Ebro con Finisterre, aprovechando la celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza. Desarrollo rural La obra recoge más de un centenar de ejemplos que ilustran el impacto positivo que tienen estos trazados en los ciudadanos. Así, un itinerario no motorizado puede convertirse en el eje vertebrador del territorio que atraviesa si cuenta con un órgano de gestión que se encargue de su mantenimiento y promoción. Es el caso de la Vía Verde de la Sierra (Cádiz-Sevilla), que cuenta con medidas encaminadas a la creación de empleo en los municipios que atraviesa. Por otro lado, la creación de corredores ecológicos que favorezcan los flujos migratorios de las especies animales y vegetales puede ser compatible con la existencia de itinerarios naturales, convirtiéndose en una magnífica oportunidad para conjugar usos recreativos y turísticos. Además, es una buena forma de educar a los ciudadanos en temas relacionados con el medio ambiente. Por ejemplo, el Corredor Verde del Guadiamar (Sevilla), en el que a través de sus 67 kilómetros de longitud se ha instalado equipamiento de uso público como centro de visitantes, miradores, jardín botánico o áreas recreativas. Además, los habitantes de las áreas de influencia de los itinerarios naturales disfrutan de ventajas inducidas por la puesta en marcha de estas infraestructuras como espacios para el ocio y el ejercicio al aire libre, áreas recreativas o el acceso a los lugares de estudio o de trabajo en bicicleta o andando.