El nuevo sistema, similar al que usan los asmáticos, liberará a los diabéticos de los pinchazos
La primera insulina inhalada está a la venta desde ayer en España
La presentación en polvo y su absorción a nivel pulmonar es tan segura y eficaz como la subcutánea
Las farmacias españolas empezaron a comercializar ayer la primera insulina inhalada -no inyectable- para el tratamiento de la diabetes, una enfermedad que se estima afecta a seis millones de personas en nuestro país, la mitad de ellos no diagnosticados. Su presentación, en polvo seco para administrar a través de un dispositivo similar al de los inhaladores de los asmáticos, supone el primer gran avance desde que hace ochenta años se descubriera la insulina, que hasta la fecha sólo se administraba a los diabéticos por vía subcutánea, inyectable. Ahora, tras quince años de investigación y estudios con más de 2.500 pacientes para probar su seguridad y tolerabilidad -entre ellos, el del hospital de Conxo, en Santiago-, los laboratorios Pfizer lanzan Exubera, la primera insulina inhalada. Exubera se comercializa desde hace nueve meses en Estados Unidos, México, Reino Unido, Irlanda y Alemania, y ayer se presentó oficialmente en España. El miedo a los pinchazos es la principal causa de que muchos diabéticos no se mediquen adecuadamente, a lo que hay que sumar la tardanza -entre seis y siete años- en ser diagnosticados. Todo ello multiplica los riesgos de que el enfermo desarrolle con mayor rapidez patologías asociadas a la diabetes, como problemas renales y cardiacos, pérdida de visión o amputaciones de los miembros inferiores. Alternativa a los pinchazos Existen dos tipos de diabetes: la tipo 1, en la que los enfermos necesitan pincharse insulina desde su diagnóstico; y la tipo 2, que es la más frecuente (el 90% de los casos), progresiva y asociada con la edad, el sobrepeso y la vida sedentaria, que inicialmente puede controlarse con dieta, ejercicio y medicación oral, aunque acaba requiriendo insulinoterapia. Según explicó ayer el director médico de Pfizer, el doctor Juan Álvarez, «la insulina inhalada es apta para enfermos de tipo 1 y 2. El 90% de los pacientes que usa insulina utiliza el sistema de pluma o bolígrafo, pero según los estudios, el 80% de ellos desearía tratamientos alternativos a los pinchazos, algo de lo que ahora ya disponen». La inhalada puede sustituir a la insulina subcutánea rápida -no a la lenta que se administra por la mañana-, según Álvarez, y debe inhalarse diez minutos antes de comenzar una comida. Esta nueva medicación, financiada por la Seguridad Social, al igual que la inyectada, debe ser prescrita a los pacientes por su especialista en endocrinología. La acogida se prevé muy buena, tanto por médicos como por enfermos, liberados al fin de la tiranía y del miedo a la aguja.